12/04/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Mientras la fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, iniciaba una investigación preliminar contra cinco congresistas -uno de ellos el ministro de Vivienda, Carlos Bruce- y el juez Richard Concepción Carhuancho disponía el impedimento de salida del país por 18 meses al exministro aprista Luis Alva Castro, desde España llegó una noticia que generó desazón: una sala de la Audiencia Nacional decidió la libertad provisional del ex magistrado supremo César Hinostroza.
La noticia causó malestar por la forma cómo el destituido vocal supremo, sindicado como uno de los cabecillas de 'Los cuellos blancos del puerto', se burló de la justicia peruana y escapó del Perú, pasando los controles migratorios del norte, pese a que contra él pesaba una orden de impedimento de salida del país.
Hinostroza siguió utilizando su estrategia que, al parecer, le está dando resultados. En la audiencia previa, se victimizó y dijo una vez más ser perseguido político, recordando las declaraciones en su contra, con pedido de prisión incluida, del presidente de la República, Martín Vizcarra. Ya en su momento se dijo que la intromisión del jefe de Estado en los asuntos del fuero judicial podría tener esta respuesta.
Es más, con ironía dijo que teme por su vida y que la condena a la que se enfrenta “es una pena de muerte” debido a que ya tiene 62 años y con la acumulación de delitos que se le imputan, en su opinión, le darían 38 años de prisión.
Todos han lamentado la libertad provisional concedida a Hinostroza, hasta el presidente Vizcarra en su mensaje a la Nación que dio anoche. Ojalá que el proceso de extradición no se dilate más de lo estimado -algunos juristas consideran que debe durar un año-, aunque con la experiencia del caso del prófugo exmandatario Alejandro Toledo en Estados Unidos, todos tienen razones para dudar que se dé en el plazo indicado.
La Audiencia Nacional española considera que el peligro de fuga ha disminuido y le ha dictado una serie de restricciones, como fijar domicilio de residencia en Madrid, comparecer dos veces por semana, impedirle la salida de su país retirándole su pasaporte. Sin embargo, por los antecedentes del magistrado persisten las dudas de que pueda escapar también del territorio español.
Ojalá se logre extraditarlo en el más breve plazo para que se ponga en manos de la justicia peruana y, de resultar culpable de los cargos que se le imputan, reciba la sanción que merece.