29/01/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
El sábado último, en la ciudad de Huancayo, representantes de seis agrupaciones políticas de izquierda sostuvieron un encuentro con miras a la conformación de un sólido bloque de cara a las elecciones generales de 2021, buscando capitalizar la protesta ciudadana manifestada en las calles para derrotar a la 'derecha tradicional'.
Es objetivo de este encuentro “empezar a dialogar y sentar las bases de un proyecto democrático, popular y ciudadano que le ofrezca al país una alternativa política”, según lo declaran los participantes en un manifiesto denominado “Voces para cambiar el Perú”.
Sin duda, las izquierdas cuando se han presentado como un frente electoral se ha constituido como una fuerza importante y el que ahora está en gestación puede convertirse en una gran alternativa, más aún por la calidad política de quienes lo integraán, como Verónika Mendoza (Frente Amplio), Gregorio Santos (MAS Democracia) y el actual gobernador de Junín, Vladimir Cerrón (Perú Libre), presentes en el encuentro de Huancayo.
Pero el gran reto de la izquierda peruana es poder mantenerse unificada en el tiempo, algo que no han podido históricamente, si nos remontamos desde los años 80 cuando nació la Izquierda Unida con un gran éxito electoral que llevó a Alfonso Barrantes Lingán a la alcaldía de Lima. Sin embargo, discrepancias y personalismos de los líderes de sus agrupaciones provocaron permanentes crisis que llevaron a la desaparición como IU.
Y así transitaron en el tiempo en el que, además, por intereses electorales, contribuyeron en las victorias presidenciales de Alberto Fujimori, Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski.
En el 2011 la izquierda nacionalista, que llegó con 47 legisladores al Congreso, terminó reducida a la mitad por las discrepancias de sus integrantes que terminaron renunciando a su bancada.
Algo similar ocurrió con el Frente Amplio en el 2016, que llegó al Congreso con una importante representación de 20 parlamentarios, pero a menos de un año el bloque de Verónika Mendoza, que estuvo cerca de llegar a la segunda vuelta presidencial, decidió alejarse y formar lo que hoy es la bancada de Nuevo Perú con diez representantes.
El nuevo intento de coalición para el 2021 tiene como primer objetivo decidir quién será el candidato presidencial, que deben disputar Verónika Mendoza, Gregorio Santos y Vladimir Cerrón, con visibles diferencias programáticas. Y allí radica el gran reto, para convencer al electorado de que pueden ser una seria alternativa de gobierno, porque nada garantiza que este intento de coalición electoral permanezca unido por lo menos en un quinquenio.