20/09/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Nos hemos referido ya a los graves problemas que afectan a los peruanos por culpa de la ineficacia de autoridades y funcionarios que tienen la responsabilidad de manejar el gasto público, que a pesar de las carencias, se dan el lujo de devolver al año miles de millones de soles que bien pueden servir para atender la salud pública, la educación y la inseguridad que sigue golpeando a la población en las calles.
Pero hay otro problema que preocupa también, y es el que sufren nuestros bomberos voluntarios, quienes a pesar de las grandes limitaciones de infraestructura, de unidades móviles y otros implementos que padecen, intervienen con gran mérito para atender las emergencias que se presentan cada día, unas más riesgosas que otras.
Por eso causa profundo malestar conocer un informe de la Contraloría que da cuenta que siete unidades móviles que fueron adquiridas en mayo por más de un millón de soles, se encuentran inactivas en un taller particular sin medidas de seguridad y con el riesgo de que se pierdan sus accesorios y autopartes.
Cómo es posible que mientras nuestros bomberos tienen carencias para intervenir en cada emergencia, los responsables de dotarle los equipos mantengan inactivos desde hace cuatro meses siete vehículos nuevos.
La Intendencia Nacional de Bomberos del Perú (INBP) debe adoptar las medidas preventivas necesarias para asegurar la distribución de los siete vehículos, tal como ha recomendado la Contraloría, debido a que esta situación pone en riesgo a los hombres de rojo que no pueden brindar respuesta inmediata en casos de emergencia.
La INBP, adscrita al Ministerio del Interior, fue creada en el año 2016 como organismo que regula y ejecuta el presupuesto público para el Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú, y como tal ejerce rectoría en materia de prevención, control y extinción de incendios, atención de accidentes, rescate urbano y apoyo en incidentes con materiales peligrosos, por tanto no es mucho pedirle que cumpla con su función.
Nuestras entidades que brindan atención a la población, como hospitales, escuelas y también el cuerpo de bomberos, no pueden seguir en medio de una crisis, mientras haya recursos, que bien no son suficientes para resolver la totalidad de sus problemas, pero que no se ejecutan por la lenidad de los funcionarios responsables de atenderlos.