OPINIÓN | Luis Angeles Laynes: ¿Hasta cuándo debe esperar el pueblo?
El jefe del gabinete ministerial, Aníbal Torres Vásquez, defendió ayer al presidente Pedro Castillo, y enfiló contra los fiscales que lo investigan al afirmar que se dejan llevar por las mentiras de la colaboradora eficaz, Karelim López, para investigarlo.
También emplazó a los fiscales que investigan el caso Lava Jato, al que llamó de la gran corrupción y de cuyos implicados dijo están libres y coludidos con un sector de la prensa para que impliquen al presidente Castillo en la comisión de delitos.
Todos están de acuerdo que el caso Lava Jato debe avanzar con mayor celeridad y que, al igual que el del expresidente Ollanta Humala que ya está en juicio oral, se debe acusar a todos los demás implicados para que el Poder Judicial se encargue de sancionar con pena de cárcel a quienes resulten culpables de los cargos de corrupción que les imputan.
Ningún delito debe quedar impune, y por ello todas las denuncias de corrupción deben ser investigadas con rigor para dar con la verdad y que se sancione a quien resulte responsable de los cargos que les atribuyen, así sea el presidente de la República.
Torres Vásquez aseguró ayer que el presidente Castillo está dispuesto a colaborar con las investigaciones que se realizan en la Fiscalía de la Nación y en la Comisión de Fiscalización del Congreso, algo que el propio mandatario lo ha asegurado y, por tanto, su defensa legal debe dejar de lado los recursos que busquen anular la investigación fiscal.
En lugar de ocuparse de este tema y dejar que la Fiscalía haga su trabajo, los ministros deben declarar al país cómo van a resolver los graves problemas que aquejan a los peruanos, como el tema de los fertilizantes, sobre el que la Contraloría reveló que las dos ofertas admitidas para la compra de úrea no habrían cumplido las especificaciones técnicas, lo cual pone en peligro el inicio de la campaña de siembra y se corre el riesgo de una terrible crisis alimentaria.
Eso es lo que debe atender el gobierno. La pobreza y el hambre se ha incrementado en el país, millones de peruanos no tienen agua potable ni desagüe, los colegios son una calamidad, al igual que los hospitales, la delincuencia sigue más violenta en las calles, por citar solo algunos de los problemas.
El presidente Castillo tiene que entenderlo. Si pues, malos gobernantes dejaron el país en crisis, pero su gobierno debe empezar a resolver los problemas, para eso postuló a la presidencia de la República. No esperamos que resuelva todo de la noche a la mañana, pero han pasado once meses y ni siquiera dan el primer paso. El Perú tiene un rico potencial para generar recursos y atender los problemas, pero mientras el jefe de Estado no conforme un gabinete con gente idónea para cada ministerio, y no siga rodeado de incapaces y envueltos en casos de corrupción, el país se irá al abismo.
Más noticias en Exitosa: