15/07/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Hoy se inicia una huelga indefinida en el Valle del Tambo, región Arequipa, en protesta por la licencia que otorgó el gobierno a la Southern para la ejecución del proyecto minero Tía María, al no concretarse el diálogo con el ministro de Energía y Minas, Francisco Ísmodes, llamado al que se sumaron los obispos de la Conferencia Episcopal y la junta de fiscales de la Ciudad Blanca a fin de evitar el costo social.
Por el lado de los pobladores del Valle del Tambo han garantizado que la paralización será pacífica, y eso es lo que todos esperamos, pero simultáneamente no se debe descartar la vía del diálogo para que se llegue un acuerdo que no los perjudique.
La Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales y otros sectores sociales ya se han pronunciado también a favor de que se imponga el diálogo, como el mejor camino para alcanzar y garantizar la paz social. Sin embargo, hay sectores aún con posiciones radicales que se oponen a esta vía mientras el gobierno desista de la licencia de construcción a la empresa minera.
Y esa posición cuenta ahora con el respaldo de los congresistas de izquierda, del Frente Amplio, que han viajado hasta Arequipa para apoyar a quienes no quieren el diálogo.
El ministro Ísmodes, que ha estado el día anterior en el lugar buscando el entendimiento a través de las conversaciones, hizo también un llamado para que se despolitice la oposición al proyecto minero y que se enfoquen todas las partes involucradas a la búsqueda de soluciones, reiterando el compromiso de la empresa minera de no iniciar la construcción sin antes generar un espacio de diálogo para resolver dudas de la población que teme ver afectadas sus actividades, principalmente la agricultura.
Y si hay ese compromiso, ¿por qué no sentarse a conversar para que se aclaren todas las inquietudes de los pobladores?
Esperemos que prime la cordura y que la huelga indefinida que se inicia hoy se realice pacíficamente, sin alteración del orden público. Que los congresistas que han viajado a la zona garanticen la calma a fin de poder llegar a una solución al problema.
Y que el gobierno cumpla también su compromiso de velar porque la empresa no afecte el medio ambiente ni las aguas del Valle del Tambo. Es lo que quiere la población y con justa razón.