OPINIÓN | Luis Ángeles Laynes: “El pueblo exige cambios"
Los resultados extraoficiales de las elecciones generales que se conocieron anoche, que ubican al candidato de Perú Libre, Pedro Castillo, en el primer lugar, puede haber sorprendido a muchos que no creían en el avance del lapicito en las últimas encuestas. Sin embargo, cuando desde hace varias semanas en esta columna advertíamos el alto porcentaje de indecisos y de electores que podían cambiar su voto, mencionábamos que estábamos ante una muestra del hartazgo de la población por la clase política que durante décadas gobernó el país y le dio la espalda a los más necesitados, a los pobres que sufren la ausencia del Estado, gente que no tiene trabajo, que sufre la crisis económica, la falta de luz, agua y desagüe, la desatención en los hospitales, la desastrosa educación para sus hijos y aterrorizada por la inseguridad en las calles, que nadie se ha atrevido a resolver hasta hoy.
Un llamado de atención que demuestra el clamor de un pueblo que reclama cambios, que busca un presidente que gobierne para la gente y no para un sector privilegiado que sacó provecho del crecimiento macroeconómico de los últimos años, que sin embargo nunca le alcanzó a quienes buscan empleo, resolver sus problemas económicos, de salud, educación y otras tantas carencias.
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La votación de ayer constituye, sin duda, la protesta de una población que ya no cree en las falsas promesas, que está harta de tanta corrupción, de enfrentamientos e inestabilidad. Estos últimos cinco años han sido desastrosos, un quinquenio perdido con cuatro presidentes y ninguna obra. Para colmo de males, un pésimo manejo de la pandemia del coronavirus que ubica al Perú como el peor del mundo en atención, con más de 130 mil muertes según las cifras del Sinadef (Sistema Informático Nacional de Defunciones) y un alza galopante de contagios, falta de camas UCI, de oxígeno y de vacunas que por ahora indican que esta segunda ola nos seguirá golpeando y nadie sabe cómo será una tercera. Solo queda pedir a Dios que nos ayude.
Pero la votación alcanzada ayer por los candidatos presidenciales es también la más baja de la historia, un primero con 18 puntos y cuatro peleándose el segundo lugar, aunque Keiko Fujimori saca ligera ventaja. Todo indica que los indecisos finalmente no fueron convencidos por ni uno de ellos. Ha habido también un alto ausentismo y debe registrarse además un porcentaje mayor de votos blancos, nulos y viciado que en anteriores elecciones que en total sumarían 40 por ciento.
Habrá que esperar los resultados oficiales de la Onpe para saber con certeza quiénes serán los dos candidatos que disputarán la segunda vuelta. Por el momento, Pedro Castillo tendría un pie adentro. Pero lo que sí queda claro es que quien asuma la presidencia de la República el 28 de julio ya sabe lo que quiere el pueblo. Ya no se le puede dar la espalda. Están advertidos.
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