OPINIÓN | Luis Ángeles Laynes: "El pueblo debe ser la agenda país"
Finalmente, Héctor Béjar renunció al cargo de canciller ante la ola de cuestionamientos por unas declaraciones suyas, difundidas en un reportaje de un programa dominical, en el que dijo que el terrorismo en el Perú lo inició la Marina de Guerra. Su decisión fue aceptada por el presidente Pedro Castillo, quien debe designar al reemplazante en las próximas horas.
Antes de conocerse la renuncia de Béjar, el premier Guido Bellido escribió en Twitter que “Tendremos cambios para la marcha del país”. ¿Se habrá referido a una recomposición del gabinete? ¿O solo a la salida del ahora excanciller? Eso, lo sabremos en los próximos días previos a su presentación ante el Congreso para pedir el voto de confianza.
Cerrado el caso Béjar, el interés de nuestras autoridades debe estar centrado en atender los principales problemas que hoy la gente reclama con urgencia, como es el alza de precios de los alimentos atribuidos al alza del dólar y al clima de desconfianza e inestabilidad política.
Los cambios que menciona el premier Bellido “para la marcha del país” es precisamente lo que esperan los peruanos, en especial los que se encuentran en condición de vulnerabilidad por la crisis económica agravada por la pandemia y la inestabilidad política.
Eso es lo urgente que debe atender el Gobierno. Hace unos días se reunió el presidente Pedro Castillo con el titular del Banco Central de Reserva, Julio Velarde; sin embargo, el dólar se mantiene por encima de los cuatro soles y los precios de los alimentos siguen golpeando los bolsillos de la gente, como el del pan que ahora se vende a tres por un sol.
El 28 de julio, al asumir el mando, el presidente Castillo anunció un bono de 700 soles para las familias vulnerables y hace dos días Bellido dijo que será 350 soles por persona, con lo cual una familia según el número de integrantes puede percibir más de los 700. Ese dinero, sin duda, es una ayuda, pero lo que la gente reclama es trabajo para afrontar los gastos de sus hogares. Quiere facilidades para afrontar las deudas que tienen con los bancos y que los precios en los mercados vuelvan a los de hace algunas semanas.
El pueblo debe ser el punto central de la agenda país. El Gobierno debe centrarse en ello y no incurrir en declaraciones contradictorias ni polémicas que generan inestabilidad. Los temas deben tratarse en su momento para que la tranquilidad vuelva a los mercados. Y en el Congreso se debe trabajar también en esa dirección por el bien del país. El pueblo ya no quiere confrontaciones, está cansado de lo ocurrido en el último quinquenio y solo espera que por fin se produzcan los cambios profundos para salir de la crisis y que el crecimiento económico llegue a sus hogares. Ojalá que los “cambios para la marcha del país”, escrito por Bellido, se concreten y no sea una frase más.
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