19/03/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
La denuncia contra el parlamentario no agrupado Roberto Vieira, de haber solicitado 20 mil dólares a su primo para interceder ante el Ministerio de la Producción a fin de obtener el levantamiento de una sanción administrativa y le restituyan el permiso de pesca a una embarcación, muestra que nuestro ya desprestigiado Congreso de la República camina de tumbo en tumbo; que avanza de un escándalo tras otro.
De las denuncias de acoso sexual y a las de un doble cobro de viáticos por viaje al exterior y un cheque por semana de representación, en los mismos días, surge este nuevo caso que pone en serios aprietos al legislador exfujimorista y exppkausa, a quien ya la Comisión de Ética del Congreso y la Fiscalía de la Nación le han abierto sendas investigaciones preliminares en tiempo récord; al día siguiente de la denuncia que se dio en un programa periodístico.
El cargo por el que el Ministerio Público lo investiga es presunto delito de tráfico de influencias agravado debido a su condición de funcionario del Estado. Pero la indagación fiscal por este evidente caso de corrupción no solo debe darse en torno al congresista, sino en el Ministerio de la Producción, para saber quiénes son los funcionarios que pueden “arreglar” las sanciones administrativas sobre operaciones de pesca.
Hace bien la ministra de la Producción, Rocío Barrios, al anunciar una investigación para sancionar a quienes resulten responsables de este caso. Ha dicho también que el presidente Martín Vizcarra le ha pedido tomar acciones para erradicar la corrupción en su sector. Ojalá no sea una reacción más para quedar bien ante la opinión pública, pues esto nos lleva al recuerdo el año pasado cuando el propio mandatario demandó investigar una denuncia de corrupción contra un funcionario del Ministerio de Economía, que hizo pública el entonces alcalde de Ayacucho.
En ese entonces, el presidente dijo que el caso era solo la punta de la madeja de un hecho que comprometería a "redes de corrupción acostumbradas a trabajar dentro del Estado para aprovecharse ilegalmente de sus recursos". Sin embargo, se desconoce en qué terminó dicha investigación.
El mandatario ha levantado la lucha contra la corrupción, pero esta no solo debe apuntar a políticos e instituciones ajenas al gobierno, sino a su propia casa, es decir al Ejecutivo, y esta es una buena oportunidad de demostrarlo. No hay que mirar la paja solo en el ojo ajeno.