OPINIÓN | Luis Angeles Laynes: "Después de la cuarentena"
No cabe duda de que todo será diferente después que se levante la cuarentena dispuesta por el gobierno para frenar el avance del coronavirus en el país.
Es un hecho que algunas medidas restrictivas y de seguridad deben mantenerse por un tiempo porque el peligroso virus no se irá al día siguiente. Los especialistas señalan que mientras no se tenga la vacuna para su aplicación masiva, el cuidado debe ser estricto.
Y para ello, según información de los países que dicen haberla descubierto, falta más de un año. Las relaciones sociales no serán las mismas. El comportamiento de las personas cambiará, definitivamente, y las medidas de higiene deben ser norma estricta, como el lavado de manos permanente.
La asistencia a los mercados también debe mantenerse en orden, guardando las medidas sanitarias, y distancias, sin aglomeraciones, para no exponerse a riesgos.
Sin duda que será recomendable también seguir usando mascarillas. Ya se ha adelantado que las actividades que reúna asistencia masiva de público, como el cine, artísticas y deportivas, serán suspendidas por lo menos hasta fin de año.
Por eso, las autoridades del balompié tienen previsto reanudar los torneos suspendidos por la pandemia del coronavirus, a puertas cerradas, sin espectadores en las tribunas, aunqueel reinicio también quedará supeditado a las disposiciones que se dicten posteriormente.
Pero, así como las personas debemos seguir acciones para evitar que el coronavirus contagie a más gente, el trabajo a futuro de nuestras autoridades también debe cambiar radicalmente para que, ante cualquier otra emergencia, nuestra población no esté desprotegida.
Es por demás loable los esfuerzos que hace el gobierno para derrotar al Covid-19, pero esta emergencia ha puesto en evidencia las carencias de nuestros hospitales. Y ese no es un problema de ahora. Es de varias décadas, en que los gobiernos de turno no solo desatendieron el sistema de salud pública, con falta de infraestructura hospitalaria y equipos médicos, sino también la educación con déficit de colegios.
Son solo dos casos a los que en adelante se debe prestar atención prioritaria. Pero hay muchos más. No se puede descuidar también a nuestra Policía Nacional, cuyos efectivos cumplen una sacrificada misión durante esta emergencia sanitaria. En estas tareas, todas las autoridades deben intervenir. No es solo del gobierno central.
Los gobiernos regionales y locales tienen también que poner lo suyo en sus respectivas jurisdicciones. Esta pandemia nos deja muchas enseñanzas. Ojalá aprendamos la lección.