OPINIÓN | Luis Angeles Laynes: "Desatinada comparación"

Desde que estaba en debate la ley que permite la devolución de aportes hasta una Unidad Impositiva Tributaria (UIT) equivalente a 4,300 soles a los afiliados de la Oficina de Normalización Previsional (ONP), desde el gobierno, economistas, opinólogos y algunos medios se han pronunciado en contra, tildándola de populista e inconstitucional porque el Congreso no tiene iniciativa de gasto y porque la de esa norma afectará la caja fiscal.

Lo que no responden hasta hoy, es de qué populismo se habla cuando de lo que se trata es de devolver un dinero que les pertenece a los aportantes de la ONP, que se les descontó durante años para que tengan una jubilación con una pensión decorosa y no de miserias que es la que perciben hoy, porque el Estado o los gobiernos de turno utilizaron mal esos fondos.

Lo más grave del caso es que quienes no cumplieron los 20 años de aportaciones a la ONP no tienen derecho a pensión ni a nada. ¿Es justo que el Estado se quede con ese dinero que aportó durante años el trabajador para gozar de un beneficio del que ahora le dicen no tiene derecho?

Dicen que no hay plata para pagarles a los afiliados de a ONP, que el sistema previsional estatal es de reparto y por tanto no se puede devolver. Y volvemos a preguntar. ¿Cómo sí hubo dinero para devolverles a los afiliados de la ONP que se pasaron a las AFP a través de un bono de reconocimiento? ¿Acaso era porque iba al sistema privado? Ahí sí se pudo calcular lo aportado.

Por eso, consideramos desatinado que el presidente del Banco Central de Reserva, Julio Velarde, declarara que la ley es inconstitucional y “pedir que le devuelvan la ONP es como pedir que le devuelvan el IGV que pagó los últimos diez años”.

Y consideramos desatinada la comparación porque el IGV es un tributo que se paga al Estado para financiar los gastos públicos y que no se devuelve, salvo en los casos establecidos en el régimen especial que se realiza partir del 1 de enero del ejercicio siguiente a la fecha en que se efectuó el pago indebido o en exceso.

El de la ONP es un caso de justicia, una devolución del dinero que le pertenece a los aportantes, no es gasto. Y así como se les devolvió a los afiliados que se pasaron a las AFP a través del bono de reconocimiento, lo justo es que también se devuelva hoy a los millones de peruanos que esperan esos recursos porque la crisis de la pandemia los ha golpeado tanto que no tienen para comer.

Desde varios quinquenios, los gobiernos no han querido resolver el problema de los pensionistas de a ONP. Han preferido gastar millones en abogados para defenderse de los jubilados, muchos de los cuales murieron sin ver un centavo. “No es el momento, no hay plata”, ha sido el argumento de siempre. Ya es tiempo que el Estado asuma su responsabilidad y encuentre las salidas para devolver el dinero a los aportantes de la ONP.