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OPINIÓN | Luis Ángeles Laynes: "Desapariciones, otro problema"

El caso de Solsiret Rodríguez Aybar ha dejado al descubierto una situación que debe ser resuelta con urgencia.
luis-angel
22-02-2020

El caso de Solsiret Rodríguez Aybar ha dejado al descubierto una situación que debe ser resuelta con urgencia. La negligencia e indiferencia con que actuaron los policías que no dieron con su paradero tras más de tres años de su desaparición, es un hecho que no solo merece la más severa sanción como la que ha prometido el ministro del Interior, Carlos Morán, a los padres de la joven activista del colectivo 'Ni Una Menos', sino una triste realidad que se percibe a lo ancho y largo del país.

Las denuncias de desapariciones de familiares no son atendidas, en muchos casos, con la debida seriedad en las delegaciones policiales. El defensor del Pueblo, Walter Gutiérrez, ha revelado que solo en el mes de enero último se reportó la desaparición de 158 mujeres mayores de 18 años, y en lo que va de febrero, 90 más. Pero hay otro número de personas, entre ellas menores de edad, con lo cual la situación es más que preocupante.

Y preocupa porque además de la indiferencia con que actúan muchos policías ante casos de desapariciones, incluso ante las denuncias de mujeres por maltrato o violencia de sus parejas, quedan en el aire preguntas que requieren respuestas concretas. ¿Está preparada nuestra policía para atender todos los casos de desapariciones? ¿Cuenta con personal y herramientas para buscar a los desaparecidos?

Ha quedado al descubierto también que el Estado no cuenta con un registro de desaparecidos y es por ahí que se debe comenzar para poder hacer un seguimiento sobre el destino de esas personas, y saber si volvieron a sus hogares o si fueron encontradas.

En segundo lugar, se requiere que todo el personal policial esté sensibilizado para atender con responsabilidad estos casos. Y el de Solsiret es una muestra de que sí se puede cuando se lo proponen.

Y así lo han demostrado en muchos otros casos, como en la lucha contra el crimen organizado, en que han dado severos golpes a organizaciones criminales, desbaratándolas y capturando a sus integrantes. Cosa distinta con los delincuentes que tienen aterrorizada a la gente en las calles, en que ni viajar en microbús puede porque los indeseables, con arma en mano, le roban sus pertenencias.

Con el caso de Solsiret, nuevamente las autoridades salen a los medios para prometer medidas contra la violencia contra la mujer y hoy con las desapariciones. Esto no es de ahora, ocurrió en otros casos emblemáticos, como el de Eyvi Ágreda o Arlette Contreras. Una vez que pasa la tormenta se olvidan y todo sigue igual o peor. Si no, miremos las cifras de feminicidios, que cada año se incrementan. ¿Pasará lo mismo ahora? Es probable que sí. Ojalá nos equivoquemos, pero no esperemos un nuevo caso emblemático para volver a prometer.