OPINIÓN | Luis Angeles Laynes: Cuestión de firmeza
Luego que el alcalde metropolitano Jorge Muñoz anunciara que solicitará la anulación del contrato con Lamsac, por la concesión de la vía Línea Amarilla, que comprende once peajes, advertimos que se trata de una medida a medias, porque no se ha considerado la misma decisión con Rutas de Lima y que las consecuencias de ello es lo que afrontará en adelante por la avalancha de protestas que el mismo día se empezaron a escuchar.
La anulación de los dos contratos, con Línea Amarilla y Rutas de Lima, que el propio Muñoz ofreció en un inicio, es un clamor general porque ambos son producto de la corrupción de Odebrecht y OAS, y por los cuales hoy la exalcaldesa Susana Villarán está con prisión preventiva y el exburgomaestre Luis Castañeda, que está también siendo investigado, puede seguirle los pasos porque Leo Pinheiro ha revelado a los fiscales peruanos del Equipo Especial Lava Jato, que le ha financiado su campaña electoral.
Ayer se han sumado más voces de protesta, que le han dicho de todo al alcalde capitalino, por no anular el contrato con Rutas de Lima. Y los mensajes son claros. Nadie acepta la renegociación de ese convenio por la procedencia de la que ya hemos mencionado. Incluso no le aceptan que se espere dos años para asumir la administración de los peajes.
Es entonces momento de actuar con firmeza para tomar la decisión que él mismo ofreció en un inicio, como es anular los dos contratos, asumir de inmediato la administración de los peajes por parte de la Municipalidad de Lima y rebajar las actuales tarifas por ser abusivas, que atentan contra la economía de los usuarios.
No se puede permitir más abusos. Se debe poner fin a esas concesiones entregadas a 30 y 40 años. El costo que demande a la Municipalidad de Lima la anulación de los contratos no debe ser escollo para tomar la decisión. Ese monto se recuperará en corto tiempo y se multiplicará en los años que fueron concesionadas las vías. En manos del alcalde Muñoz está la decisión. Y para eso solo requiere firmeza. Es lo que esperan los limeños de su autoridad edil.