OPINIÓN | Luis Angeles Laynes: contradicciones que preocupan
El presidente Martín Vizcarra ha declarado este fin de semana que utilizará medidas constitucionales si el Congreso no avanza las reformas judiciales que presentó el Ejecutivo en agosto, y no descartó aplicar la cuestión de confianza. Un discurso confrontacional que dista con el que el mismo mandatario utilizó hace unos días tras juramentar a su nuevo gabinete ministerial que preside Salvador del Solar.
En aquella oportunidad, el jefe de Estado afirmó que el gabinete Del Solar apuesta claramente por el diálogo, con la finalidad de cumplir los objetivos, y recordó además que desde su actividad como autoridad regional se destacó por ser concertador.
¿Qué pasó, entonces? ¿Por qué volver nuevamente a la confrontación con el Congreso? ¿Acaso la caída en las encuestas de los dos últimos meses lo ha llevado a retomar su anterior estrategia para recuperar puntos?
De ser así, consideramos una respuesta equivocada porque las condiciones de hoy no son las mismas de hace ocho meses. Pareciera que el mandatario quisiera hacer leña del árbol caído para recuperar la aceptación popular, pero hoy la población espera otras cosas del gobierno, pese a que los congresistas siguen de tumbo en tumbo, con escándalos como las denuncias de acoso, del cobro de semana de representación en días en que estaban fuera del país, y la reciente declaración de la legisladora y vicepresidenta de la República, Mercedes Aráoz, quien consideró que se debe aumentar el sueldo de sus colegas porque un parlamentario mal remunerado es una tentación para los lobbies.
Lo que quiere ahora el pueblo es que el gobierno responda ya no con discursos y polémicas para el aplauso, sino con obras, que resuelva los problemas de la anemia, la delincuencia, el mal estado de los colegios, de hospitales, algo que ya suena como un disco rayado pero que al parecer el mandatario no lo escucha.
Pero lo paradójico es que en el mismo gabinete se escuchan voces opuestas a la posición de Vizcarra. La ministra de la Mujer, Gloria Montenegro, ha precisado que la relación actual entre el Legislativo y el Ejecutivo no debe inclinarse hacia un clima de confrontación, sino a solucionar los problemas del país.
Sería bueno entonces que el presidente y sus ministros se pongan de acuerdo para actuar con un solo discurso, y que todo el equipo de gobierno apunte a resolver los problemas, algo que no se ha percibido en el primer año de gestión de Martín Vizcarra.
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