04/07/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Este mes de julio es clave en el Congreso de la República porque se debe decidir la continuidad del fujimorismo en el control de la Mesa Directiva o la renovación que, a decir de las bancadas de oposición, marque el cambio necesario para que se termine la etapa de los blindajes y del obstruccionismo.
Pese a que ha perdido ya la mayoría absoluta, Fuerza Popular no se resigna y quiere recuperar el control de la Mesa Directiva que lo perdió tras la renuncia de Daniel Salaverry a la bancada naranja y emprendió una gestión confrontacional contra su exrepresentación.
Las posiciones aún están divididas y hasta el momento, a 22 días de las elecciones en el Legislativo, no se vislumbra quién será el nuevo presidente del Congreso.
El fujimorismo quiere conformar una mesa multipartidaria con su representante como cabeza, pero no cuenta con respaldo y se ve muy difícil que lo logre. Por el otro lado, Salaverry busca la reelección y ha venido conversando con los representantes de las distintas bancadas para que lo apoyen.
Pero ya algunas bancadas, como la del Apra, han manifestado que no votarán por él. Y es que Salaverry tiene varios puntos en contra, como el informe de la Comisión de Ética que recomienda su suspensión por 120 días por irregularidades en sus informes de representación.
Pero lo que sí queda claro es que lo que se viene para la representación naranja en la siguiente legislatura no es nada favorable, porque en agosto se deben recomponer las comisiones, que deben incorporar a los representantes de las nuevas bancadas. Con ello, Fuerza Popular perderá el control de comisiones claves, como las de Ética y Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, que en estos tres años blindó a sus integrantes así como a sus amigos o personajes como el exfiscal Pedro Chávarry o el exjuez supremo César Hinostroza, sindicado jefe de los 'Cuellos blancos del puerto”.
Es lo que el país espera, que desde agosto se ponga fin a estos actos que llevaron al Congreso de la República al más alto desprestigio. Con la reestructuración de las comisiones, se espera un equilibrio en el trabajo legislativo. Atrás deben quedar las maniobras que los congresistas naranjas han dado a relucir a través de sus conversaciones en el chat de La Botica, que solo demuestran que las prácticas del fujimontesinismo siguen en pie.