04/01/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Cuando estalló el caso Lava Jato, y por la magnitud de los personajes que estaban involucrados, no quedó ninguna duda de que estábamos ante el escándalo de corrupción más grande de la historia del Perú. Expresidentes de la República, exministros, exfuncionarios públicos, gobernadores regionales, alcaldes y hasta candidatos presidenciales eran sindicados de haber caído en las garras del dinero sucio de Odebrecht para la adjudicación de megaobras cuyos costos terminaron siendo sobredimensionados, causando un multimillonario perjuicio al país.Desde entonces, el país exigió una lucha agresiva contra la corrupción y que todos los que recibieron coimas de la constructora brasileña, paguen con todo el peso de la ley y terminen en la cárcel de ser el caso.
Hoy el país está agitado por la crisis del Ministerio Público y la gente en las calles exige la renuncia inmediata del fiscal de la Nación, Pedro Chávarry Vallejos, quien se ha quedado solo y no tiene otro camino que dar un paso al costado. La desacertada decisión, a cuatro horas de terminar el año 2018, de separar a Rafael Vela y José Domingo Pérez del equipo especial de fiscales para el caso Lava Jato, fue el paso que lo puso al borde del abismo.Pero hay algo que llama la atención. Hoy pareciera que solo Chávarry es el culpable de todo lo malo que pasa en el país. Los políticos atribuyen al Apra y al fujimorismo, con sus líderes Alan García y Keiko Fujimori, ser sus cómplices y que buscaban impunidad a través del vapuleado fiscal de la Nación.Anoche, el fiscal José Domingo Pérez -cuyo excelente trabajo en el equipo Lava Jato no ponemos en duda- decía que no solo Chávarry sino que Tomás Gálvez y Víctor Rodríguez deben dejar el Ministerio Público. Los políticos también respaldan su posición, e incluso el oficialista Juan Sheput decía que solo Pablo Sánchez y Zoraida Ávalos merecen continuar en la institución.
Olvidan que la gestión de Pablo Sánchez como fiscal de la Nación fue también cuestionada por la lentitud con que se llevó el proceso de varios de los involucrados en la corrupción Odebrecht y que además tiene dos pedidos de acusación constitucional en su contra. No olvidemos que durante su labor al frente del Ministerio Público, el expresidente Alejandro Toledo fugó del país y hoy se ríe de la justicia bebiendo en Estados Unidos.Nuestros políticos tampoco hablan de los otros personajes investigados como Ollanta Humala, Nadine Heredia, Pedro Pablo Kuczynski, Susana Villarán, o los empresarios del 'Club de la Construcción' seriamente comprometidos en este escándalo de Odebrecht.La lucha contra la corrupción es tarea de todos y por tanto debemos poner en la mira a todos los involucrados, sea quien sea y caiga quien caiga. Todos deben ser medidos con la misma vara. No fomentemos justicia selectiva.