OPINIÓN| Luis Angeles Laynes: No aprenden la lección
El actual Congreso de la República pasará a la historia por haber alcanzado la más alta desaprobación de la ciudadanía, un récord que se ha ganado por obra y gracia de sus propios parlamentarios -con pocas y honrosas excepciones - que hace dos días protagonizaron un bochornoso espectáculo en la sesión plenaria donde se veía la reforma del Ministerio Público.Y ese rechazo de la población no solo está plasmado en los resultados de las encuestas, sino que fue legalizado por la misma ciudadanía en el referéndum del 9 de diciembre, donde una aplastante mayoría les dijo váyanse todos al votar por el NO a la reelección de los congresistas.Lejos de hacer un mea culpa o espíritu de enmienda, los mal llamados padres de la patria siguen en sus trece. Ya no les importa dar vergüenza ni que la opinión pública les cuestione sus deplorables comportamientos. Total, una raya más al tigre, parecieran decir con el espectáculo del lunes.
Tras el referéndum, los antifujimoristas pretenden aparecer como los buenos de la película y quieren dar lecciones de buen comportamiento. Luego que los fujimoristas abandonaran la sesión porque el congresista Alberto de Belaunde se negó a retirar una frase que consideraron un insulto, desde otras bancadas, como Nuevo Perú, acusaron de papelón el retiro de Fuerza Popular. ¿Es que los disidentes del Frente Amplio ya olvidaron que hicieron lo mismo cuando se iba a votar la moción de vacancia de Pedro Pablo Kuczynski, y por eso el expresidente se salvó en ese momento? Eso por citar solo el caso más saltante.
La bronca entre el presidente del Congreso, Daniel Salaverry, y Fuerza Popular es un tema aparte. Parece que el titular del Parlamento quiere curarse en salud enfrentándose a su aún bancada (está con licencia), pero ello lo lleva a cometer errores, como el del lunes en que no conminó a De Belaunde a retirar las palabras consideradas ofensivas. Debió suspender la sesión y convocar a junta de portavoces para superar el incidente. El exppkausa pudo retirar lo dicho sin dejar de pensarlo, como es habitual.Con ello no queremos defender al fujimorismo, pues la agrupación de Keiko Fujimori ha hecho todos los méritos para ganarse el repudio de la población. Los Mamani, Yesenia Ponce, los blindajes, o los destapes de 'La botica' son apenas ejemplos de su cuestionable accionar. Ahora han pedido la censura de Salaverry, nadie sabe si lo logrará. Lo que sí se sabe es que desde la calle, el pueblo ya está harto de los papelones de los parlamentarios y desea que ya llegue el 2021 para que todos se vayan a sus casas.