OPINIÓN | Luis Ángeles Laynes: "Aires de tranquilidad y de esperanza"

Los cambios producidos en el gabinete ministerial que ahora preside Mirtha Vásquez tuvieron, horas después de la juramentación, un primer efecto alentador, con la baja de la cotización del dólar que ayer cerró en S/4.09 después de varios días en que llegó a S/4.14 producto de la inestabilidad política. Ayer, el presidente del Banco Central de Reserva, Julio Velarde, dijo que pueden venir días mejores.

Es lo que todos los peruanos desean, y en lo inmediato que los precios de los productos de primera necesidad como los alimentos y el gas, vuelvan a la normalidad después de más de dos meses de alzas. Pero todo ello dependerá de la gestión que realice en adelante el gobierno y también el Congreso. Al anunciar los cambios, el presidente Pedro Castillo invocó a la unidad, a poner al Perú por encima de todo y trabajar juntos por el bienestar de todos los peruanos. Es entonces momento de buscar la concertación Ejecutivo-Legislativo para alcanzar esos objetivos.

Los peruanos reclaman desde hace muchos años cambios profundos para sacar al país de la grave crisis económica, política y social en que se encuentra por culpa de la ineficiencia y la corrupción de gobiernos anteriores. Es pues, momento de gobernar para todos los compatriotas, sobre todo de los más golpeados por la crisis que sufren muchas carencias y reclaman mejores condiciones de vida, superar el hambre y la miseria, un puesto de trabajo digno, mejores servicios de salud y educación, agua potable y saneamiento, pensiones decorosas para los jubilados, que se cumpla con la devolución de su dinero a los fonavistas, millones de ciudadanos y pequeños empresarios al borde de la quiebra por la crisis de la pandemia esperan una ayuda para poder cumplir con el pago de sus deudas, pero no en las condiciones abusivas que hoy les imponen los bancos.

El presidente Castillo ha expresado su compromiso de trabajo conjunto para alcanzar la reactivación económica, su compromiso con la inversión privada y que esta opere sin corrupción y con responsabilidad social. Pero la corrupción también está encasillada en el Estado, y esa es otra de las tareas que tiene el gobierno para erradicarla de todas las instituciones a fin de poder avanzar las obras de desarrollo. Y eso se logrará colocando a las personas capacitadas para los cargos y, sobre todo, honestas, que las hay en todo el país. Los nombramientos por amiguismos y favores políticos no deben darse más.

Hay, pues, mucho por hacer para sacar al país adelante. El presidente Castillo durante su campaña electoral hizo suya la frase “No más pobres en un país rico”. Ha llegado la hora de cumplir.

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