OPINIÓN | Luis Angeles Laynes: ahora sí, caiga quien caiga
Llegó el día esperado. Los fiscales del Equipo Especial para el caso Lava Jato y la Procuraduría ad hoc firmarán hoy el acuerdo de colaboración eficaz con Odebrecht que permitirá saber quiénes son los políticos que recibieron coimas y 'aportes' de campaña de la constructora brasileña, que había establecido todo un sistema de corrupción para adjudicarse las licitaciones de megaproyectos a cambio de millonarios sobornos.
El acuerdo que compromete a Odebrecht a entregar información relevante sobre los actos de corrupción, incluye los datos de los sistemas My Web Day y Drousys que almacenaban y procesaban todas las operaciones de la famosa Caja 2, de donde salía el dinero ilegal para el pago de coimas y 'aportes' de campaña.
La firma de este acuerdo pone, sin duda, en aprietos a todos los personajes involucrados en este escándalo de corrupción, pues la información relevante que obtengan los fiscales Rafael Vela Barba y José Domingo Pérez, puede ser determinante para poner en el banquillo de los acusados a la mayoría de ellos, sino a todos.
La información que proporcionarán los exejecutivos de Odebrecht, entre ellos Jorge Barata, puede lapidar a los expresidentes Alejandro Toledo, Alan García, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski, así como de Keiko Fujimori, la ex primera dama Nadine Heredia, la exalcaldesa de Lima, Susana Villarán, exministros, exautoridades regionales y municipales, investigados por casos de corrupción.
En las semanas previas, se han formulado muchos cuestionamientos al acuerdo que hoy se suscribe, quizá digitados por quienes no quieren que se conozca toda la verdad, porque saben que esta hasta puede delatarlos y llevarlos tras las rejas.
Ayer, se hizo público un recurso del expresidente Alan García contra el fiscal José Domingo Pérez por no cumplir con enviarle copia de la traducción de cinco correos electrónicos sobre la conferencia que dio en Brasil en el año 2012. Pérez desvirtuó la denuncia señalando que desde el 6 de febrero las traducciones de dichos correos están en el expediente del caso para que puedan ser revisadas por su defensa.
La denuncia de García fue interpretada como una estrategia, un acto de desesperación para entorpecer los interrogatorios en Brasil.
Estrategia o nerviosismo, lo cierto es que desde hoy la historia debe cambiar y con la información que brinden Barata y los demás colaboradores eficaces, la justicia debe ser implacable con todos los corruptos que delinquieron en contra del Perú. Sea quien sea y caiga quien caiga.