31/07/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Hoy debe conocerse el contenido del proyecto de reforma constitucional que recortará los mandatos del Presidente de la República y del Congreso para que concluyan el 28 de julio de 2020, y se adelanta por tanto las elecciones generales. De manera que los congresistas podrán ya pronunciarse respecto a si aceptan la propuesta que planteó el jefe de Estado en su mensaje a la Nación del 28 de julio.
De manera que las cartas quedarán puestas sobre la mesa. Ayer el ministro de Justicia, Vicente Zeballos, ha adelantado que la propuesta de reforma constitucional considera que el vicepresidente que asume la presidencia no puede reelegirse. Por tanto, quedaría claro que Vizcarra no podría ser candidato en los próximos comicios generales.
Los congresistas han adelantado opiniones individuales de lo que podría darse una vez que se conozca el proyecto. Ya el jefe del Gabinete, Salvador del Solar, precisó que el adelanto de elecciones no lleva a la renuncia del mandatario, tal como lo han planteado el fujimorismo y algunas bancadas.
Si vemos la posición del presidente Vizcarra, no vemos por qué los congresistas tengan que oponerse a que todos juntos culminen su mandato el 28 de julio del próximo año. El clamor de la población es claro y contundente, no los quiere. Velásquez Quesquén ha declarado que nadie se debe aferrar al cargo y que el Parlamento tiene que dar muestras de diálogo que tiene que ver con el beneficio del país.
Los parlamentarios no tienen por qué aferrarse a sus curules. Por primera vez deben pensar en qué es lo que le conviene al país. Y todos los peruanos han aplaudido la propuesta del jefe de Estado. Está de acuerdo con el adelanto de elecciones.
De aprobarse la reforma el panorama futuro será incierto. Se vendrán nuevas elecciones en menos de un año. Vizcarra no podrá postular. Pero tampoco hay candidato que se vislumbre con potencial para convertirse en el próximo presidente de la República, más aún si todos los políticos, incluidos los que fueron candidatos en el 2016, están devaluados.
¿Otra vez estaremos a la espera de la aparición de un outsider? La experiencia que tenemos desde Alberto Fujimori ha sido desastrosa. Todos los expresidentes, incluidos los provenientes de partidos políticos, han terminado en problemas con la justicia por casos de corrupción. Uno preso cumpliendo condena, otro con arresto domiciliario, y un tercero detenido en los Estados Unidos con proceso de extradición, y un cuarto se suicidó antes de ser detenido. Y ni que hablar de los congresistas. Así las cosas, el pueblo la tendrá más complicada que nunca para elegir a nuestros próximos representantes.