OPINIÓN | Lewis Mejía: Vecinos que también son brigadistas de emergencias
La unión hace la fuerza. Y en temas de prevención y atención de urgencias y emergencias, contar con apoyo de los demás resulta ser un valor muy importante en la organización. Sea esta una empresa, un negocio, así como en el barrio de toda la vida o en el condominio de estreno.
Como vecinos, ya sea propietarios o inquilinos, debemos estar preparados para evitar los riesgos y, sobre todo, para responder adecuadamente ante una situación de peligro que pudiera suceder. Tanto dentro de la vivienda que ocupamos, como en la del costado.
Pero, ¿qué es un brigadista y cómo se prepara para entrenar lo desafíos a la inseguridad? Hablamos de un ciudadano físicamente apto, hombre o mujer, que en forma voluntaria y sin interés más allá que la prevención, pero con mucha vocación solidaria, levanta la mano para ponerse al servicio de su comunidad.
Eso no es todo. Además de las ganas de hacer, para conformar una brigada se hace necesario el haber recibido una formación básica, teórica y práctica, en prevención y atención de emergencias.
En realidad, todos estamos en capacidad de conformar una brigada. Las normas señalan que los brigadistas pueden ser damas y caballeros a partir de los 16 años de edad -con permiso de sus padres- hasta los 40 y pico.
Sin embargo, si tienes algo más de esa edad y te sientes en condiciones de conformar el equipo -no padeces de alguna discapacidad física o mental-, o posees habilidades y técnicas que aporten, puedes hacerlo y sumarte al esfuerzo en favor de tu comunidad.
Lo mejor es que la directiva de la asociación de vecinos esté a la cabeza de esta iniciativa. Pero si eso no pasa, y tú tienes dotes de líder y te interesa mejorar la seguridad personal, de tu familia y amigos y vecinos, toma la iniciativa y organiza a quienes viven en tu comunidad.
Es importante tener constancia y ser consecuente. Es decir, hacer lo que se predica. Si eres brigadista de tu barrio o condominio, empieza por casa y con los tuyos, y aplica las recomendaciones de prevención de accidentes y reducción de los peligros de forma tan sencilla como por ejemplo no acumular productos inflamables y dejar libres las vías de evacuación.
¿Y la capacitación? Este es un aspecto muy importante, todo entrenamiento debe ser brindado por profesionales competentes y con experiencia real en emergencias. Si se trata de primeros auxilios, es mejor acudir a un médico. Si hablamos de prevención y lucha contraincendios, hay que ir con los Bomberos Voluntarios.
Vivir encerrado, ajeno a lo que pasa a nuestro alrededor, indiferente a los padecimientos de nuestros vecinos, se convierte en una condición de riesgo cuando, por ejemplo, ocurre una fuga de gas licuado de petróleo (GLP) en el piso superior o un incendio en los pisos de abajo. Recuerda que todos necesitamos de todos.