OPINIÓN | Lewis Mejía: "Prevención en los condominios"

Los condominios se multiplican en nuestro país. A pesar de la crisis generada, principalmente, por la pandemia de la Covid-19, la construcción de nuevas viviendas se mantiene.

Y también las posibilidades para miles de familias de vivir mejor, en un ambiente más agradable, con servicios adecuados que les permiten acceder al bienestar.

Y también más seguro, porque las nuevas edificaciones multifamiliares que se están levantando lo hacen de acuerdo a lo que indica el Reglamento Nacional de Edificaciones.

Sin embargo, lo que el reglamento no puede hacer es cambiar la mentalidad en algunos de los nuevos vecinos, que podrían caer en actitudes irresponsables e inseguras poniendo en riesgo a toda la comunidad.

Hace unos días me comentaron de un propietario que en un conjunto habitacional del centro de Lima cometía dos faltas graves en uno de los sótanos dedicados al estacionamiento.

El primero, realizar la limpieza de su automóvil en un ambiente cerrado y de poca ventilación, como es la cochera, utilizando limpiadores a base de químicos inflamables.

Y el segundo, acaso el más grave de esta situación, arrojar estos productos derivados del petróleo, además de lubricantes y gasolina, por el sistema de desagüe domiciliario.

Empezando por esta última actitud, lo que está haciendo este vecino es contaminar el medio ambiente a través del recurso agua, pues esas sustancias altamente nocivas van a terminar en el mar.

Y cometiendo un delito ambiental reseñado en el Código Penal, en su título XIII, capítulo I, artículo 304, con pena privativa de la libertad no menor de cuatro años y de 100 a 600 días-multa.

En cuanto al primer hecho, y en el ámbito temático de esta columna, el peligro de generar las condiciones de un incendio es grande, y se incrementan si el patio de estacionamiento es subterráneo.

Los siniestros en cochera o estacionamiento vehicular se constituyen entre las emergencias más difíciles de controlar, y de las que genera mayores daños por la alta presencia de material combustible.

Es decir, los propios vehículos que además de gasolina y aceites sintéticos, poseen llantas de caucho industrial, cables eléctricos recubiertos de plástico, el tapizado y el relleno de las butacas, entre otros.

Si tú tienes un auto y lo guardas en una cochera de tu edificio, revisa su sistema eléctrico con frecuencia y en un taller con técnicos responsables; no hagas reparaciones en el sótano de tu condominio.

Y especialmente evita manipular gasolina, petróleo o aceites lubricantes, y menos aún arrojar los desperdicios al desagüe, pues además de generar alta contaminación estás propiciando un incendio que afectará a tu familia y vecinos.

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