11/05/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
“El incendio se originó en un corto circuito y todo se quemó... No quedó nada de mi pequeño negocio”. Esa es una frase que escuchamos frecuentemente en las noticias de diarios, radio y televisión. Lamentable realidad que se repite.
Según las estadísticas del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú, los cortocircuitos son emergencias que ocurren casi todos los días. A la fecha se han atendido casi 700 incidentes de este tipo solamente en Lima y Callao. El año pasado ocurrieron 2,780 cortocircuitos a nivel nacional.
Las pérdidas resultan importantes, sobre todo si el fuego ha afectado a una bodega, una librería, un restaurante, un taller de confecciones, y también si se trata de una ferretería, un bazar o unas cabinas de internet.
Son el negocio de tu vida, el fruto del esfuerzo de años de trabajo, que de pronto ves esfumado entre el fuego originado por una instalación eléctrica defectuosa, o por haber confiado en un amigo que se las dio de electricista.
Para que no te conviertas en una estadística más de los incendios eléctricos, debes enfrentar este riesgo directamente. Y lo primero que debes hacer es revisar todas las conexiones que tengas en tu empresa -y de paso en tu propio hogar-.
Todo empieza con un amago, un fuego pequeño que pudo ser fácil de controlar, pero que por la desesperación, el pánico, o por no contar con un simple extintor se convirtió en un fuego de proporciones.
Evita sobrecargar las tomas eléctricas. Los múltiples pueden generar riesgos de corto circuito al recalentarse. Actualmente, el mercado ofrece llaves y sistemas más seguros, consulta con los expertos.
Hoy, al irte del trabajo, así como revisas si puertas y ventanas están bien cerradas, verifica que no hayas dejado los cargadores de teléfonos móviles o los calentadores eléctricos enchufados. También apaga las computadoras, impresoras y hasta las luces que no se vayan a usar durante la noche.
Jamás realices conexiones utilizando para cubrirlas cintas adhesivas que tus hijos usan en el colegio. Ni realices instalaciones con las manos mojadas o descalzo pues una descarga podría afectarte.
Revisa tu extintor, verifica que esté con la carga vigente. Recuerda que una vez al año debes volver a recargarlo. Los extintores siempre deben estar a la vista, jamás escondidos dentro de una alacena. Y debes saber cómo usarlo:
Cógelo firmemente. Con una mano quítale el precinto de seguridad. Dirige la boquilla directamente al foco del fuego hasta apagarlo. Es sencillo. Solo tienes que tomar la decisión y sumarte al esfuerzo por la prevención.
