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OPINIÓN | Lewis Mejía: Municipalidades y bomberos voluntarios

San Isidro, uno de los distritos más importantes del Perú, parece haberle dado la espalda a sus bomberos.
bomberos
14-09-2019

Hace pocos días recordamos el terrible atentado de las Torres Gemelas de Nueva York, el centro financiero del mundo occidental, donde entre otros, murieron 400 bomberos.

En San Isidro, el pequeño “Sanhattan” peruano, solo hay una Compañía de Bomberos, la que acaba de perder su oportunidad de mudarse a un cuartel más moderno y seguro, gracias a la decisión de sus autoridades ediles.

Reflexionemos. Mientras Chile tiene alrededor de 40 mil bomberos voluntarios para atender sus emergencias, en nuestro país apenas somos 14 mil efectivos. Sin embargo, la población peruana es de 32 millones de habitantes, en tanto en el vecino del sur suman unos 18 millones.

Colombia, con más de 48 millones de ciudadanos, tiene registrados más de 22 mil bomberos voluntarios, congregados en alrededor de 400. Pero eso no es todo, esa cantidad debe sumarse a otros 19 cuerpos de bomberos oficiales, es decir profesionales pagados, que están a cargo de las autoridades de la ciudad importantes: los alcaldes.

Lima Metropolitana consume la mayor cantidad de emergencias de todo el Perú. Y también tiene casi el 25% del número de Compañías de Bomberos, aunque algunos distritos como San Luis y Magdalena no cuentan con una estación.

Con 1 millón 38 mil habitantes, San Juan de Lurigancho se mantiene como el distrito peruano con mayor número poblacional, según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

Y para atender a tal cantidad de habitantes, dispone de... Una sola Compañía de Bomberos Voluntarios, con alrededor de 50 efectivos, que se turnan en prestar servicio entre sus horas de trabajo o estudio.

Miraflores, San Borja, Santiago de Surco y La Molina, cuentan, cada una, con una estación de bomberos para salvar las vidas de cientos de miles de vecinos, una buena parte de ellos adultos mayores con necesidades de atención en hipertensión, infartos, fracturas por caídas, y también por incendios y fugas de gas.

El Callao, la región más importante desde el punto de vista económico para el país, pues allí está el principal aeropuerto internacional, las instalaciones portuarias más grandes -uno de los tres puertos más importantes del Pacífico Sur- y la refinería de petróleo más moderna, tiene 12 Compañías desde la orilla del mar hasta las alturas de Ventanilla y Mi Perú.

Si mañana hubiera un sismo, entre los primeros en quedar aplastados por los muros de ladrillo serían los bomberos de San Isidro. Ay de los vecinos que también resulten afectados, el rescate tardará. Peor aún si se trata de un vecino con infarto, un choque o un incendio, pues cada vez menos jóvenes quieren integrarse a una estación que se cae a pedazos ante el silencio de todos.

San Isidro, uno de los distritos más importantes del Perú, parece haberle dado la espalda a sus bomberos, que también significan seguridad ciudadana. Los perjudicados, como siempre, son los vecinos. Esperamos equivocarnos y ver en los próximos días un cambio de actitud ante los “héroes de rojo”.

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