OPINIÓN | Lewis Mejía: "La segunda ola"
Cuando éramos niños, al ir a la playa en la temporada de verano para pasar un día de sol, alegría, amistad y algo de deporte, los adultos siempre nos recomendaban estar atentos al oleaje del océano. Sobre todo, si entre nosotros había chicos muy pequeños, que no sabían nadar, o si se nos había ocurrido darnos una escapada a un balneario caracterizado precisamente por tener una mar brava.
Sin embargo, como con frecuencia hacíamos oídos sordos a estas sugerencias de nuestros padres y otros familiares, bastaba un descuido para dejar de lado los consejos.
Como resultado, terminábamos siendo presas de la resaca, revolcados sobre la orilla, en algunos casos inclusive magullados y siempre con algo de temor y vergüenza.
Pero de la experiencia vivida aprendíamos sobre la marcha, del susto sacábamos lecciones, no solo nos dejaba la boca llena de arena y el estómago con un poco de agua salada.
Algo así está por pasar en lo que, según las autoridades de Salud, se ha anunciado como la probable segunda ola de contagios por el coronavirus, que podría llegar a nuestras vidas para darnos más de un revolcón.
La pregunta que se plantea es: ¿Te estás preparando para enfrentar la segunda ola de esta enfermedad y vivir para contarlo?
Y lo decimos así de claro porque los bomberos voluntarios hemos estado -y lo seguimos estando- en la primera línea de defensa frente a la arremetida del peligroso Covid-19.
Efectivamente, una treintena de mujeres y hombres “de rojo” han caído en esta lucha para siempre, contagiados durante la atención de las más de 60 mil emergencias a nivel nacional.
Esta semana, precisamente, brindamos un agradecimiento a EsSalud por su gran compromiso demostrado, al ofrecer sus centros de aislamiento para que los bomberos infectados pudieran recuperarse sin tener que llevar el virus a casa.
Los más de 700 efectivos que hoy se han reintegrado al servicio emergencista y están saliendo a extinguir incendios, controlar fugas de gas y rescatar atrapados en accidentes, te queremos pedir que tomes medidas ante la segunda ola.
Mantén la mascarilla cubriendo tu boca y nariz todo el tiempo posible, especialmente si vas a lugares públicos como el mercado, las agencias bancarias o la farmacia.
Lávate las manos con agua y jabón durante por lo menos 30 segundos, jabonándote cuidadosamente entre los dedos y las uñas para que queden limpias de cualquier germen.
Utiliza el alcohol solamente si no tienes la posibilidad de lavarte con agua corriente y jabón, cúbrete la nariz con el brazo antes de estornudar, y trata de mantener la distancia de por lo menos un metro y medio frente a otras personas.
Todos podemos hacer que el virus no se siga multiplicando entre los humanos, contagiando a niños y adultos, dejando dolor y tristeza en miles de hogares peruanos.
La anunciada segunda ola puede venir, como ya está pasando en Europa, pero si no viene al Perú, mucho mejor; igual es mejor que estemos preparados para enfrentar a la resaca, no nos dejemos llevar.