07/09/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Resulta inexplicable, y acaso se convierta en un caso de estudio para las autoridades de seguridad vial, los recientes sucesos donde las vías del ferrocarril han sido motivo de titulares de los noticieros.
Ni el conductor que el pasado jueves cruzó los rieles el pasado jueves en el sector del puente Los Ángeles en Chaclacayo, ni el chofer de la combi que hace varios meses tuvo un incidente similar en el distrito de Ate, han podido explicar la razón de la temeraria actitud.
¿Qué es lo que puede motivar a un conductor de un vehículo motorizado con pasajeros a tratar de ganarle el pase a un pesado tren? La respuesta está en la imprudencia de ambos pilotos. Y, sobre todo, en la absoluta falta de respeto a las normas y reglamentos de tránsito, así como a no atender las campañas de prevención que demandan manejar a la defensiva y no descuidarse si están a cargo de una unidad móvil.
Los Bomberos Voluntarios, que en lo que va de este año ya llevamos atendidas más de 10 mil 500 emergencias por accidente de tránsito, sabemos que gran parte de la responsabilidad en estos hechos de dolor son producto de la irresponsabilidad.
Entonces, no nos queda más remedio que reiterar la invocación a todos los conductores para que eviten teñir de sangre las pistas -y ahora también los cruces ferroviarios-, respetando las señales de “ojo, pare, cruce, tren”.
¿Y los pasajeros? ¿Qué les queda hacer en todo esto? Una recomendación fundamental es tratar de no distraer al chofer cuando está en el desempeño de sus funciones.
Apurarlo, incitarlo a que rompa las reglas y acelere la máquina para llegar más rápido, es una actitud que, como hemos visto en el reciente accidente de la Carretera Central, puede matarnos.
Una recomendación para los propietarios o directivos de las empresas de transporte es, en lo posible, planificar sus rutas buscando evitar los cruces de ferrocarril.
Si no es posible eludir ese camino, se debe insistir con los conductores a que se mantengan atentos a las señales de advertencia: mirar a ambos lados del camino antes de cruzar, el tren puede venir en cualquiera de las dos direcciones.
Reduzca la velocidad hasta detener el vehículo completamente ante la presencia de señales de advertencia, como, por ejemplo, letreros, luces, semáforos y otros avisos visuales.
Baje el volumen de la radio, abra las ventanas y escuche atentamente los sonidos del exterior para poder identificar si esa bocina es la del tren que se aproxima.
Y jamás se detenga a mitad, al comienzo o al final de la vía. Trate de calcular el tamaño de su vehículo respecto al cruce, y ubíquelo por lo menos cuatro metros antes o después de las vías. Son consejos sencillos que pueden salvarnos la vida.