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OPINIÓN | Julio Schiappa: Usar el gas natural ¡ahora o nunca!

La principal pregunta que surge es: ¿cuál es la diferencia entre GNV y GLP a nivel de costo?
Julio-Sch
16-02-2019

Hace unos días se reinició una campaña para facilitar la distribución de GLP prometida por una empresa americana que los traería de Ecuador al Perú. Por su parte, el gobernador de Puno afirma que Evo Morales ofrece la posibilidad de exportar gas al Perú, ¡Las dos cosas son cuentazos!, que en el fondo impedirían el desarrollo del Gas Natural como alternativa energética.

¿En qué se diferencian el GNV y el GLP? Los dos combustibles son más económicos que la gasolina regular, pero también existen importantes diferencias entre ambos que deberás tomar en cuenta si quieres comenzar a usar otra fuente de energía.

La principal pregunta que surge es: ¿cuál es la diferencia entre GNV y GLP a nivel de costo? Por sus características, el Gas Natural Vehicular termina siendo menos costoso que su contraparte de petróleo, pero en cuanto a la accesibilidad es más popular el GLP puesto que son pocas las marcas de gasolineras que proveen el Gas Natural Vehicular en el interior del Perú. Ojo, pero esto es promovido por los monopolios de grifos, que no están dispuestos a invertir en los más costosos grifos a gas.

En caso de fuga si hay una notable diferencia entre GNV y GLP: el gas natural se disipa en el aire. Esa cualidad frente a un producto líquido, que viene del petróleo, como el GLP, hace más seguro y menos contaminante al GNV.

En todos los campos el GNV tiene ventajas frente al GLP para los peruanos. En primer lugar existen reservas de trillones de pies cúbicos de gas que aseguran entre 20 a 50 años de producción. Una segunda verdad es que el gas cuesta mucho menos que la gasolina, haciendo viables y rentables los taxis y todo tipo de transporte. Una tercera verdad es que, contra lo afirmado por los promotores del GLP, el gas mantiene mejor los motores y disminuye su efecto contaminante.

¿Por qué el gas avanza en instalarse a paso de tortuga? Una primera razón es financiera, porque la empresa colombiana Cálidda, en el caso de Lima, no tiene capital suficiente y envergadura para instalar a corto plazo conexiones masivas de gas domiciliario. Cambiar a operadores de clase mundial es imperativo. Entre el boicot de los carteles griferos y la baja inversión, el gas peruano puede quedarse sin explotar. Sobre todo, cuando la electricidad puede volverse en 5 años la principal fuente de energía para el transporte y nuevas formas de suministrar combustible. Cuidado, que se nos pase el tren.

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