OPINIÓN | Julio Schiappa Pietra: "Los monstruitos que la CANRFP no ve"
La dispersión en 22 partidos que existe en el Perú solo se compara a Guatemala, con 18, y la República del Congo, con 27, ambas naciones casi fallidas e incapaces de generar una sociedad y economía estables. Y eso que no incluimos en lista a otro grupo de monstruitos: los partidos locales y regionales que suman cientos, casi todos vientres de alquiler.
Lo curioso es que la Comisión de Alto Nivel para la Reforma Política (CANRFP), constituida por voluntarios ad honorem y que legalmente ya no existe, declara en un comunicado público lo que sería la agenda urgente del próximo Congreso. Entre sus exigencias está continuar con el esquema de inscribir partidos con solo 24 mil firmas. De locura, no funcionará bien. Fomentará la dispersión absoluta del electorado en partidos-partícula.
Otra exigencia de la CANRFP es la de restituir la Bicameralidad, expresamente rechazada por el 85% de la población de votantes el día del referéndum del 9 de diciembre de 2018, y que la comisión considera indispensable para la democracia. Es que la vía de retorno al poder de los políticos disueltos el 30 de setiembre con la histórica decisión de disolverlos del presidente Vizcarra, serían las elecciones al Senado 2022.
El Senado es un desperdicio de dinero, una redundancia innecesaria en la era de la democracia directa por internet y expresión de vuelta al pasado. No pasará un nuevo referéndum para aprobarse generando otra gran crisis política.
¿No sería más democrático y, un cambio revolucionario, establecer una Cámara de Diputados Unicameral con representación de todas las regiones? Habría que transformar el actual sistema electoral, basado en departamentos, a uno uninominal, gana el que alcanza la mayoría. Lima y El Callao tienen 41 sordos y mudos en el actual Congreso. A ver si los diputados de San Juan de Lurigancho, Comas o Villa El Salvador, no representan mejor a la región metropolitana que las burocracias partidarias de hoy.
Otro punto, que los “notables” (así los llamó el presidente porque no tenía fondos disponibles para pagarles) de la Comisión de la Reforma no incluyen en su petitorio, es la reforma política regional y municipal. Parte del problema es que alcaldes y presidentes regionales no son elegidos en segunda vuelta con la elección presidencial. Se acabarían mandatos con minorías inferiores al 20% y un presidente regional o alcalde llegaría al poder con más del 50% de aceptación.
El nuevo Congreso debería, previo rápido estudio de los decretos de urgencia del Gobierno, rechazar o aprobar al “carpetazo” (la votación rápida de una mayoría) dichos documentos. Y luego aprobar una realista reforma política que signifique un cambio en un largo camino para terminar con el chanchullo en la política peruana.