29/01/2020 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
En nuestra opinión, así duela, del proceso electoral parlamentario salen 10 enanos, respetables y decididos, que no necesariamente suman un liderazgo gigante como necesita el Perú.
En primer lugar, la dispersión política es favorecida por una ley de partidos aplicada por un JNE que dio pase libre y arbitrario a 22 colectividades políticas, generando un Congreso digno de Babel y que dificulta la gestión democrática. El mismo JNE que generó el desmadre electoral del 2016, cuyas consecuencias aún vivimos.
Es bueno que haya nuevo Congreso, pero malo que se exageren los resultados de una elección que conjuró una potencial explosión como la de Villa El Salvador.
En la reciente elección, Acción Popular, Frepap, Podemos, Alianza para el Progreso suman cada uno un poco más de un millón de votos.
El Frepap logra canalizar el voto de protesta, entre muchos jóvenes que no se visten como los apóstoles, porque no tiene antecedentes de políticos delincuentes y practica la moral incaica. Fue el único partido que no tuvo una observación a sus candidatos, y ganó apoyo con la popularidad del más grandes y reconocido hincha de la selección peruana: El Israelita.
AP solo obtiene 1'324,214 votos, no consiguiendo una mayoría regional, ni política, en todo el país que asegure una victoria el 2021. Su buen resultado en Lima ayuda, pero APP de César Acuña tiene una red de tierra con municipios, regiones y gobernaciones que le da clara hegemonía electoral en varias regiones del país.
El segundo pelotón de ganadores, con menos de un millón de votos, con representación parlamentaria son Partido Morado, Fuerza Popular, Unión por el Perú-Antauro Humala, Frente Amplio y Somos Perú. Entretanto los panudos partidarios de Antauro Humala que anuncian una próxima revolución en el Perú, solo alcanzan 892,631, algo así como toda la masa de electores de SJ de Lurigancho, pero muy poco para tentar la Presidencia. Ese resultado no justifica el autobombo. El Partido Morado, que tiene 947,433 votantes, demostrado que es el nuevo partido de la clase media limeña progresista, muy lejos de los 5 o 6 millones de votos cobrizos, necesarios para ganar el 2021. Fuerza Popular, asiste a un discreto velorio político con el peor resultado de su historia. Viven su propia prisión preventiva en la mente y el corazón de los peruanos. Somos Perú, es una discreta franquicia, que ha demostrado que el recuerdo de la gestión de Alberto Andrade, es recordado con cariño, sobre todo, en Lima. Pero nada más.
Partido aparte es el que jugaron los ciudadanos hartos hasta la histeria de la clase política. En una masa de electores con 24 millones, el 50% no votó por nadie, o prefirió el voto en blanco. Son 12 millones de votantes que empequeñecen las ínfulas de los enanos. Dura verdad.
¿Pueden 10 enanos crear un gigante? Solo si un grupo de ellos, como en el cuento de Gulliver, se unen para juntar talento político, buena comunicación y bases sociales, para un proyecto en las elecciones del Bicentenario.