22/12/2021 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Nunca olvidaré una conversación con don Alfonso Barrantes Lingán, cuando, al tomar la decisión de no participar en la segunda vuelta presidencial de 1985, me dijo frases que se me han grabado en el cerebro para toda la vida.
Es bueno recordar a don Alfonso Barrantes, ahora que Gabriel Boric es presidente de Chile después de un larguísimo proceso de recuperación, combate social y político de los grupos de izquierda desde el golpe de 1973. Superando el infantilismo, la tentación de la revolución permanente, el autoritarismo y el mito del Partido Único, el desprecio por el dominio del mercado en la economía, que fueron factores de la trágica derrota de Allende. Estoy seguro que Alfonso Barrantes habría salido a la televisión a felicitar a Boric, repitiendo una de sus frases favoritas “muchacho, sin prisa, pero sin pausa, recuerda lo que le pasó a Chicho Allende”.
Siempre partidario realista de conquistar victorias, siendo el primer alcalde socialista de Lima, enfrentó a la dirigencia del ala más roja de la Izquierda Unida, el PUM y Patria Roja, que eran ambivalentes frente a la lucha armada. Una locura en momentos que Sendero iniciaba su sangrienta guerra contra el Perú. No jugar con la violencia armada era una lección aprendida por Barrantes con el golpe de Pinochet en 1973. A él le tocó recibir a decenas de exiliados, torturados y familias destrozadas por la derrota. Era un defensor de perseguidos.
Tomando un buen pisco, me siguió hablando, con su tono cansino, tan cajamarquino, “Allende fue derrotado a pesar de contar con gran cantidad de excelentes cuadros para el gobierno de la Unidad Popular, pero fracasaron porque la ultraizquierda le hizo fácil la tarea sediciosa a la CIA y a la derecha chilena, para derrocar al gobierno de la Unidad Popular. Quisieron hacer la revolución inmediata y crearon anarquía, y aterrorizaron a la clase media y a los empresarios”.
La falta de madurez política y de experiencia vital era critica para Barrantes. “Si Allende tuvo tantos cuadros con experiencia y fracasó, ¿te imaginas qué haría yo con estos muchachos, que, salvo don Jorge del Prado, todos son menores a 30 años?” me dijo, aludiendo al comité directivo de la Izquierda Unida.
Al poco tiempo renunciaba a su candidatura a la segunda vuelta electoral y Alan García ganó fácilmente las elecciones. Algo muy discutido, pero yo creo que tenía razón. La izquierda no estaba preparada para gobernar.
Terminó la larga conversación, con una frase lapidaria “yo no quiero ser el Allende Peruano”.
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