OPINIÓN | Jorge Tineo: La Pasión de Cristo según Peter Gabriel
La semana pasada hablamos de la carrera de Peter Gabriel, hoy vamos a concentrarnos en este disco que sirvió de banda sonora para la película más polémica que se haya realizado sobre la vida de Jesucristo.
Nos referimos a The last temptation of Christ , dirigida por Martin Scorsese en 1988, con guion basado en el libro homónimo del griego Nikos Kazantzakis, publicado en 1955. La imagen de carátula de Passion (así bautizó Gabriel a este disco que hizo por encargo del propio Scorsese), titulada Drawing study for self image (1987), pertenece al artista plástico británico Julian Grater.
Hay algo en la oscuridad, la textura espinosa y el perfil indefinido de este trabajo -que usa desde flores marchitas hasta carboncillo sobre lienzo-, que lo une a la mágica combinación de sonidos del Medio Oriente, África y el Sudeste Asiático que el legendario frontman de Genesis construyó para musicalizar el film.
Gabriel, protagonista del rock progresivo y estrella de los ochenta, obtuvo un logro artístico de enormes proporciones con Passion . La grabación, realizada en los Real World Studios de Gabriel, duró aproximadamente un año y el álbum fue lanzado en junio de 1989, convirtiéndose de inmediato en un referente de la world music.
Generalmente, las bandas sonoras de las películas bíblicas son extremadamente grandilocuentes, interpretadas por monumentales orquestas sinfónicas. Aquí es todo lo contrario y, sobre la base de lo que podríamos considerar como representaciones más pegadas a la realidad de los desiertos, las calles empedradas y montañas de Judea en el año 1, Peter Gabriel y sus cómplices consiguen un efecto mucho más convincente que los violines y trompetas de procedencia europea.
Escuchar temas como Zaar, A different drum, Of these hope, Troubled, It is acomplished y With this love (choir) , solo por mencionar algunos, hacen que uno se convenza que está delante de una obra maestra de la música contemporánea: sus melodías van de lo misterioso y atemorizante a lo celestial y triste, tal y como la historia que cuenta la película.