OPINIÓN | Jorge Solís: "Yanapay y subsidio de planillas, más paja que trigo"

Las políticas de estímulo son imperiosas en tiempos de crisis como la que estamos afrontando; sin embargo, los programas de subsidios deben tener un carácter temporario y muy bien focalizados, estos se justificaron cuando fuimos sometidos a la cuarentena más larga a nivel global y se cerró totalmente la economía. Hoy se han reactivado gran parte de las actividades económicas, lo que no significa que hayamos alcanzado los niveles prepandemia, el impacto ha sido traumático en términos de empleo, pobreza y extrema pobreza, huelga, repasar las cifras.

Los programas como el Bono Yanapay Perú, que significará un gasto de S/5,145 millones y el recientemente anunciado subsidio de S/70 mensuales a trabajadores formales, con ingresos inferiores a S/2,000, para un universo de 2.5 millones, si se otorga por 6 meses significará S/1,500 millones y si se prolonga por un año S/3,000 millones, los mismos que tendrán gran impacto en la caja fiscal y poco efecto en la reactivación. Pero ahí no queda la cosa, ya se anuncia para el primer semestre del próximo año un segundo bono Yapanay, medidas que saben más a populismo y a clientelaje político. Cierto es que los grupos vulnerables, particularmente los que son pobres e informales, requieren de asistencia, pero el apoyo debe ser acotado a los comedores populares y ollas comunes a través de asistencia alimentaria.

La atención debe concentrarse en combatir la propagación del coronavirus, impulsando la vacunación, detección, tratamiento y contención eficaces, sobre todo ante la posibilidad de una tercera ola, e invertir en la reactivación del aparato productivo, con foco en las mypes que representan el 95% de las empresas en el Perú y ocupan al 85% de la PEA. Según la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), 3 de cuatro trabajadores de la PEA se desempeñan en un empleo informal (72.4%), estos se caracterizan por no contar con seguridad social, gratificaciones, vacaciones, etc. Y sus remuneraciones apenas alcanzan en promedio la R.M.V., la pregunta es ¿quién los subsidia? No hay mejor subsidio que reactivar la economía para preservar el empleo cualquiera sea su característica, es decir políticas de contingencia.

Lo que se tiene que hacer es ayudar a mantener el funcionamiento adecuado del mercado de crédito, ante mayor incertidumbre, problemas de impagos, cierre de mypes y con riesgo de pérdida de millones de empleos; el gobierno debe intervenir directamente a través de programas de compra de activos o indirectamente respaldando los programas de compra de activos por el Banco Central, para inyectarle liquidez al mercado e impulsar el crédito y subsidiando la tasa de interés para mejor apalancamiento.

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