Opinión | Jorge Solís Espinoza: El pasillo estrecho

Los estudiosos Daron Acemoglu y James A. Ro­binson, autores del libro EL PASILLO ESTRECHO-Estados, Sociedades y Cómo Alcanzar la Libertad ¿por qué en unos florece la libertad y en otros el autoritarismo?, es una obra de profunda reflexión sobre la libertad, en tiempos en que vivimos la amenaza de modelos dictatoriales y despóticos, cuál una sombra negra en las aún primaverales y frágiles democracias latinoamericanas.

El libro trata sobre la libertad y porqué las sociedades humanas han sido capaces o no de lograrla. Trata tan bien sobre las consecuen­cias que tiene esto, en especial para la prosperi­dad.

Los autores señalan en el prefacio del libro “los filósofos han propuesto muchas definicio­nes de la libertad. Pero en el nivel más básico, como reconocía Locke, la libertad comienza cuando la gente se libera de la violencia, la inti­midación y otros actos degradantes.

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“Las perso­nas deben ser capaces de adoptar libremente decisiones sobre su vida y tener los medios para llevarlas a cabo sin la amenaza de un castigo inaceptable o unas sanciones sociales draconia­nas”.

Más adelante sostienen, la libertad depende de los diferentes tipos de leviatanes y de su evolu­ción. Así, una sociedad podrá vivir sin un Estado efectivo, tolerará uno despótico o logrará forjar un equilibrio de poder que abra el camino para el surgimiento de un leviatán encadenado y el gradual florecimiento de la libertad.

El leviatán encadenado surge cuando existe un equilibrio entre su poder y la capacidad de la so­ciedad para controlarlo. Es el leviatán que puede resolver conflictos de manera justa, proporcio­na servicios públicos y oportunidades económi­cas, impide la dominación al establecer los fun­damentos básicos para la libertad.

Es el leviatán en que la gente confía, ya que cree que puede controlarlo, con el que coopera y al que le per­mite aumentar su capacidad. Es el leviatán que, además, promueve la libertad, al romper varias jaulas de normas que regulan con severidad el comportamiento de la sociedad. No tiene la capacidad de ignorar o silenciar a las personas cuando éstas intentan influir en la toma de de­cisiones políticas. Permanece al lado de la socie­dad y no por encima de ellas.

Un leviatán según la RAE es una cosa de grandes dimensiones y difícil de controlar, es por eso que Estado los filósofos lo definen como un leviatán, y cuando la sociedad logra controlar al Estado, logrando un equilibrio entre Estado y sociedad, se le define como leviatán encadenado, es decir, que no está a su libre albedrío.

Y una sociedad no podrá lograr la prosperidad si no rompe las barreras de la violencia, la intimidación y funda­mentalmente la corrupción. Lo más degradante es que la gente se vuelva tolerante con la inmo­ralidad venga de donde venga y del ropaje que se vista, gorra o sombrero.

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