OPINIÓN | Jorge Solís Espinoza: Economía: “Vidaurre vs. Vidaurre”
La expresión “Vidaurre vs. Vidaurre” se suele usar cuando queremos ejemplificar algo contradictorio. Manuel Lorenzo Vidaurre y Encalada, jurista, político y ensayista peruano, nació en Lima en 1773. Su vida y su conducta fueron tan contradictorias que él mismo acabó escribiendo un libro que llamo” Vidaurre contra Vidaurre”, en el que daba muestra de las múltiples incoherencias en las que incurrió y las razones para ello. (fragmento extraído del sitio web de educación - Fraseología).
Parafraseando a Vidaurre, para describir el escenario actual, afirmo que el mayor problema de las perspectivas económicas del Perú es “el gobierno vs. el gobierno”. En efecto, el Marco Macroeconómico Multianual (MMM) presentado por el MEF, persigue propósitos muy loables y optimistas para el período 2023-2026, teniendo como plataforma tres ejes: Impulso del gasto privado, aceleración de inversión pública y recuperación de la confianza; máxima, muy acertada, pero inverosímil en nuestro contexto. Un gobierno que camina a la deriva, sin objetivos claros, sumido en la decadencia política y moral. Las intenciones del ministro Kurt Burneo, son loables, pero es una isla en un Ejecutivo kamikaze, no dudamos de su solvencia técnica y basta experiencia; sin embargo, es un oráculo en medio de ignaros.
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El mayor componente de la crisis que afrontamos es la desconfianza, ganada a pulso por el gobierno; tal es así que la inversión privada está en terreno negativo y sin perspectivas de
recuperación; por el contrario, existe un éxodo de capitales, el consumo se ha deteriorado a pesar de la farra fiscal. A decir del propio ministro, nos acercamos a un proceso recesivo, no le falta razón, pues casi todos los indicadores de la economía se han retraído.
Lo que necesitan los agentes económicos es un Shock de confianza, algo de certidumbre, para ello, se requiere de un buen mensajero, que no es Castillo ni sus adláteres. La única salida es la dimisión del presidente o la remoción del gobierno, de lo contrario, la situación se vislumbra más gris.
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El Perú está en su HORA CERO. Los sólidos fundamentos económicos construidos a lo largo de los últimos lustros, no dan para tanto. Si no alcanzamos más temprano que tarde el punto de inflexión, nos iremos al despeñadero.
La realidad onda y lironda es que estamos embarcados en una nave en regresión, hace rato se apagó el piloto automático. En suma, queda poco que esperar del plan reactivador que presentará los próximos días el MEF.
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