OPINIÓN | Javier Zúñiga: Una mirada al sistema de pensiones en el Perú
Todos los que ingresan al mercado laboral tienen que decidir sobre el tipo de sistema de pensiones que quieren tener, pues es donde van a aportar parte de su salario a lo largo de su actividad laboral hasta su jubilación. En el Perú existen 2 sistemas de pensiones, el Sistema Nacional de Pensiones (SNP) y el Sistema Privado de Pensiones (SPP).
El SNP, pertenece al Estado y es administrado por la Oficina de Normalización Previsional (ONP). El aporte mensual es del 13% del salario, el cual va a un fondo común de carácter solidario e intangible y exige como mínimo ser aportante por 20 años para recibir una pensión a partir de los 65 años. El monto mínimo que se puede recibir mensualmente es S/ 415 y el monto máximo S/ 857.36 calculado de acuerdo a la suma de todos sus aportes.
En lo referente al SPP, hay distintas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) y el aportante puede escoger la de su preferencia. En este sistema, existen 4 tipos de fondos que tienen rentabilidades distintas. El fondo 0 consiste en proteger el capital y el fondo 1 en preservar el capital, ambos poseen un nivel de riesgo. El fondo 2 tiene un mayor nivel de riesgo, pero genera mayor rentabilidad. Finalmente, el fondo 3 es recomendado para jóvenes que recién empiezan a laborar y tiene un alto nivel de riesgo; sin embargo, tiene mayor rentabilidad en el largo plazo. El aportante recibe una Cuenta Individual de Capitalización (CIC), donde sus aportes serán depositados junto a la rentabilidad que generen. El monto de pensión será calculado de acuerdo a los aportes que realizó. El aportante puede disponer del 25% del fondo para la compra de su primera vivienda y una vez llegada la decisión de jubilarse puede optar por retirar el 95.5% de sus fondos (el 4.5% restante va para Essalud) o retirar una parte y recibir la restante como pensión.
En el 2016 se creó la ley que permite disponer del 95.5% de los fondos, la cual ha puesto en riesgo el futuro de miles de personas, que probablemente no obtengan una pensión cuando realmente la necesiten. Hasta el día de hoy, 94,000 aportantes de los que optaron por retirar el 95.5% de sus fondos ya se han gastado la totalidad del dinero dispuesto, principalmente en el pago de deudas y en consumo. El Fondo Monetario Internacional y muchos analistas recomendamos que se derogue la ley, porque pone en riesgo la protección social en el largo plazo de los afiliados.