OPINIÓN | Javier Zúñiga: La situación de la inversión pública en el Perú
La inversión pública es la principal fuente de recursos económicos utilizados a fin de cubrir las diversas necesidades de los peruanos. Junto a la inversión privada, la inversión pública, contribuye en la generación de empleo y reduce las brechas de desigualdad. De acuerdo con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), la inversión pública del año 2021 ascendió a S/38,801 millones, 38.0% respecto del año 2020 afectado por la pandemia.
En términos del PBI nacional, la inversión pública del 2021 representó el 4.7% de la actividad económica, frente al 20.5% que representó la inversión privada en dicho año. A nivel de sectores, los sectores transporte, educación, saneamiento y agropecuario son los principales donde se concentró el 66% del presupuesto institucional modificado (PIM) del 2021. Una característica a resaltar es que la gran mayoría de los sectores no superan el 75% de ejecución, siendo un 61.2% el promedio de la ejecución del presupuesto del 2021.
De acuerdo con la Contraloría General de la República, hay 2,376 obras paralizadas a nivel nacional, de las cuales 1,717 pertenecen al gobierno local. En total, dichas obras ascienden a S/21,074 millones. El deterioro de la inversión pública se observa desde octubre del 2021 hasta el mes de marzo del 2022. En esos seis meses, la tasa de variación interanual fue negativa. Al primer trimestre del 2022, comparado con el mismo período del 2021, se obtuvo una disminución de la inversión pública de -12.6%.
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El desempeño de la inversión pública en el primer trimestre del año, determinó que el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) tomara la decisión de reducir su proyección de la inversión pública real, de 4.0% a 2.1%. Para el 2023, se espera que esta cifra disminuya aún más hasta alcanzar el 1.6%.
En un entorno desfavorable para las inversiones, la inversión pública debía de ser una vía que apoye el crecimiento económico nacional y la generación de empleo. En la medida en que la inversión pública sea impulsada por el destrabe de las obras paralizadas y por el mayor gasto en los últimos meses de las actuales autoridades municipales y regionales, las expectativas podrían variar positivamente.
El problema actual de la inversión pública no es la falta de dinero. Las autoridades de los tres niveles de gobierno deben priorizar el destrabe y la agilización de las obras pendientes para el beneficio de todos los peruanos.
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