13/04/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
La morosidad es aquella situación en la cual una persona natural o jurídica no cumple a su vencimiento con su obligación financiera. Se obtiene dividiendo la cantidad de créditos morosos sobre el crédito total. En el Perú, la institución encargada de recopilar la información y de terminar la morosidad de las distintas entidades financieras es la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
Al cierre del año 2018, la morosidad bancaria de las grandes empresas era 1.25%, de medianas empresas 7.40%, de pequeñas empresas 8.84% y de microempresas 3.52%. La razón de la morosidad de la pequeña empresa podría ser por la alta tasa de interés de créditos, lo que puede generar atraso en el pago de las cuotas. Por otro lado, los créditos de consumo y los créditos hipotecarios para vivienda tuvieron una morosidad de 2.95% y 3.01%, respectivamente. Los créditos corporativos tuvieron un 0.03% de morosidad.
A enero del presente año, la morosidad de los créditos hacia las pequeñas empresas fue una de las más altas, con un 8.86%, seguida de los créditos a medianas empresas con 7.71%, créditos a microempresas con 3.59% y créditos a grandes empresas con 1.32%. Los créditos de consumo morosos fueron 2.98% y los créditos hipotecarios para vivienda tuvieron 3.05% de morosidad. Los créditos corporativos tuvieron 0.03% de morosidad al igual que el mes anterior.
Para febrero de 2018, la morosidad de créditos a empresas fue de 3.65%, donde los créditos corporativos y de grandes empresas tuvieron 0.61% de morosidad, los créditos de medianas empresas 8.07% y los créditos a microempresas y pequeñas empresas un 7.50%. Por otra parte, los créditos a personas tuvieron 3.10% de morosidad, donde los créditos de consumo y los créditos hipotecarios tuvieron un 3.20% y 2.98% de morosidad, respectivamente.
La morosidad constituye un riesgo permanente a la solvencia de las entidades financieras que otorgan los créditos, también es un problema para las personas o empresas quienes reciben los préstamos, pues al no cumplir con los pagos, los intereses van a continuar creciendo mes a mes, pudiendo llegar a un punto donde les será imposible cancelar la deuda. Adicional a ello, toda persona que no cumple con sus obligaciones crediticias a tiempo, puede ser reportada a una lista de morosos, la cual complica la situación financiera del deudor, ya que estando en la citada lista es más difícil obtener un crédito.