03/10/2020 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Las inversiones del exterior son fundamentales para los países Latinoamericanos, porque cumplen un rol importante como el motor de las principales industrias. En el Perú, la inversión extranjera impulsa nuestras exportaciones y genera empleo especializado.
En el último reporte de inflación de setiembre del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), se observa una disminución de la inversión extranjera directa. En el 2019 se registró una financiación de USD 8,892 millones y en el presente año, la inversión al primer semestre fue USD 1,265 millones, lo que representa un 14% del año anterior. El BCRP estima que a finales del 2020 la inversión extranjera directa ascienda a US$ 2,109 millones, 76.3% menos que en 2019.
La disminución de las utilidades de las empresas de negocio extranjera directa para el 2020 se refiere a la menor ganancia que generarían debido a la menor actividad económica causada por la pandemia del COVID-19. Menor utilidad se refiere a menor reinversión, lo que significa menores flujos de negocio extranjero para el Perú.
La menor inversión extranjera directa en el Perú se ha iniciado desde el 2019; en la cual las utilidades de las empresas ascendieron a USD 9,064 millones, una reducción de 8.1% con respecto al 2018. La coyuntura económica mundial de ese momento, la intensificación de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, así como la reducción del precio del petróleo y otros minerales metálicos, dio como resultado esa cifra.
Si el Perú ya tenía inconvenientes para la atracción de la inversión extranjera, la llegada de la pandemia ha empeorado esta situación. La declaratoria del estado de emergencia por el Coronavirus generó una alta incertidumbre a la hora de invertir. El Perú posee la mayor tasa de mortalidad a causa del COVID-19 en el mundo y esta cifra empeora las posibilidades de atraer inversión.
La tarea del Gobierno, en estos momentos, está concentrada en salvaguardar la vida de los ciudadanos peruanos. Pero también trabaja en la reactivación de la economía y de la demanda interna. En esta situación los poderes del Estado deben trabajar en conjunto para atraer una mayor inversión extranjera.
La necesidad de plantas generadoras de oxígeno, centros de reciclaje y tratamiento de elementos biocontaminados es lo que más se requiere actualmente y el Estado debería utilizar estas alternativas para atraer la inversión extranjera
