Opinión | Javier Zúñiga: La inversión privada en el desarrollo económico peruano

La inversión, pública y privada, es el motor de la economía peruana, siendo la inversión privada el principal dinamizador de la economía, debido a su poder de generar empleo y comercio de mediano y largo plazo.

En el último reporte de inflación del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), se mencionó que la inversión privada, en el primer semestre del 2022, creció 0.9%. Los bajos niveles de confianza empresarial y los cambios en la demanda familiar para la construcción de viviendas fueron dos factores que afectaron el desarrollo de la inversión que, en 2021, tuvo un crecimiento de 37.4%.

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Las menores expectativas empresariales sobre la economía y el sector, al igual que el deterioro del sector minero ocasionarán que el crecimiento total de la inversión privada en el 2022 sea 0%. Este hecho es una señal de alerta para la economía nacional, una falta de crecimiento de la inversión podría conducir a una mayor desaceleración de la actividad económica del Perú, tan perjudicial en medio de una crisis alimentaria.

De acuerdo a Moody's Inverstors Service, el crecimiento de la inversión privada del Perú para el 2023 se ubicaría en 1.5%, pero con una probabilidad de que esta cifra descienda en los próximos meses. Esto se debería al efecto negativo que tiene el incremento de la tasa de interés de referencia sobre la economía peruana, lo cual afectaría el desempeño del 2023.

El Perú ha sido, y seguirá siendo, uno de los principales países de la región en la atracción de inversión, pero lo importante no es solo atraerla, sino también mantenerla. En este contexto la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (PROMPERÚ) captó US$ 110,000 millones de inversión que generaron 250,982 puestos de trabajo en los últimos 20 años. Esta información es fundamental para la creación de puestos de trabajo de largo plazo y el desarrollo de las comunidades aledañas a las proyecciones que se ejecutarían con dicha inversión.

El incentivar la inversión privada toma mayor importancia en un período turbulento para la economía nacional y mundial. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), para muchas personas en el mundo, el 2023 se sentirá como una recesión, debido a la coyuntura internacional. Nuestras autoridades políticas deberán priorizar la recuperación de la confianza empresarial, pues es el principal aparato económico que genera trabajo y riqueza para la población.

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