OPINIÓN | Javier Zúñiga: La incertidumbre afecta la economía
La economía peruana mantiene uno de los mejores indicadores macroeconómicos de la región latinoamericana y la inflación se encuentra dentro del rango meta entre 1% y 3%. El nivel del déficit fiscal es mesurado, las reservas internacionales son elevadas, inclusive el año pasado el Perú tuvo una de las mayores tasas de crecimiento. A pesar de todo lo positivo del 2018, se ha tenido un primer cuatrimestre del año débil. La economía ha empezado a desacelerarse, se han tenido tasas de crecimiento sumamente bajas, llegando a crecer solamente 0.02% en abril, y a ello se le suma la contracción de los principales sectores económicos, como el sector pesca con -37.35%, el sector minero con -1.16% y el sector manufacturero con -4.37%.
Actualmente, se percibe un ambiente de incertidumbre en la economía peruana, donde el panorama está afectado por la reiterativa confrontación política entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo y como hecho externo la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Adicionalmente, los diversos proyectos de inversión mineros que han generado distintas manifestaciones sociales por parte de la población y afectado en varias zonas del país. Por lo ocurrido, diversas instituciones rebajaron sus proyecciones de crecimiento para el 2019, la Cámara de Comercio de Lima bajó su proyección de 3.7% a 3.2%, Macroconsult de 3.5% a 2.9%; mientras que el Ministerio de Economía y Finanzas y el Banco Central de Reserva del Perú aún mantienen sus proyecciones en 4.2% y 4.0%, respectivamente. Para los analistas económicos del país, el crecimiento del Producto Bruto Interno en el 2019 será por debajo del 3.5%.
La confianza de los consumidores ha tocado su punto más bajo de los últimos 8 meses, según el Índice de Confianza al Consumidor, elaborado por GFK alcanzando los 92 puntos, donde todo puntaje menor a 100 puntos es considerado pesimista; es decir, los consumidores se muestran pesimistas respecto a la economía.
Una economía como la peruana necesita crecer por lo menos a tasas del 5% para generar puestos de empleo formal, que absorban la fuerza laboral tanto de jóvenes como de inmigrantes venezolanos y reducir la tasa de pobreza. El camino actual de la economía no es el adecuado, se necesita un trabajo en conjunto entre el sector privado y público, para que así la economía peruana pueda retornar a las altas tasas de crecimiento que obtuvo en el pasado.