19/07/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Desde marzo de 2018, Estados Unidos y China confrontan una guerra comercial, la cual consiste en imponer aranceles (impuestos a la importación) a diversos productos. La guerra se inició cuando el presidente norteamericano, Donald Trump, impuso aranceles por 50 mil millones de dólares a productos chinos. Responsabilizó a China por una supuesta práctica ilegal en sus relaciones comerciales y de acusarlos de robo de la propiedad intelectual. China respondió con la imposición de aranceles a más de 100 productos estadounidenses, entre ellos la soja, el segundo producto que más importa China de los Estados Unidos. A partir de ese momento, la guerra comercial se convirtió en un desafío permanente en el cual cada país le responde al otro con aranceles más altos. Los aranceles o impuestos a la importación encarecen el producto extranjero.
Estados Unidos y China, son las mayores economías del mundo, razón por la cual el impacto de la guerra en la economía mundial es bastante grande. El actual conflicto entre ambos países es el principal motivo de que la economía mundial se esté desacelerando y de que todos los países del mundo se afecten.
En el Perú, esta guerra comercial se ha convertido en uno de los factores externos por los que la economía no ha podido crecer. El conflicto ha generado que la economía China se desacelere, requiera una menor producción y por lo tanto una menor necesidad de insumos. El sector minero es uno de los principales sectores económicos del Perú, donde las exportaciones de minerales representan entre el 50% y 60% de las exportaciones totales y el cobre el 30%. Justamente, el cobre es el bien que más importa China del Perú y ante su menor necesidad de insumos, su importación de cobre ha disminuido y las exportaciones de cobre del Perú se han reducido. El menor nivel de exportaciones de cobre impacta en el precio. Otro efecto es en el tipo de cambio, con menos exportaciones y con un cobre más barato, entran menos dólares a la economía; por lo tanto, ante una escasez de dólares, el precio podría subir. Adicionalmente, las empresas mineras en el Perú reducen el pago de sus impuestos por tener un menor nivel de ingresos.
La guerra comercial lleva cerca de un año y recién en el 2019 se han empezado a sentir las repercusiones en nuestra economía. Esperamos que la misma empiece a diluirse y así las demás economías a nivel mundial dejen de verse afectadas.