OPINIÓN | Jaime O. Salomón: ¿Y si trabajamos por el Perú?

Conversaba con unos jóvenes que me preguntaban si nuestro país tenía esperanza, tenía posibilidades reales de crecer, tenía opciones de consolidarse y ser parte -por fin- del primer mundo.

El Perú está lleno de oportunidades, de opciones, de alternativas viables les dije. Siempre las tuvo y las seguirá teniendo. Solo que a veces caemos en este juego -quizá muchas veces o la mayor parte del tiempo para ser honestos- de entramparnos y ponernos cabe en todo, entre los mismos peruanos.

Si pensamos de alguna forma y expresamos nuestra opinión, somos radicales violentistas de izquierda. Y si pensamos de otra y compartimos nuestra posición, somos de la derecha bruta, achorada y que mira por encima del hombro a los demás compatriotas. Decir entonces que uno busca ser equilibrado y mantenerse al centro de las opciones, equivale para muchos a ser esquivo, a no tomar posición y ser un tibio, oportunista o sin opción.

Entonces pienso en los jóvenes de los que hablaba en el primer párrafo y entiendo que ellos no quieren ser etiquetados, ni de una ni de otra forma, ellos solo sienten amor por el Perú y quieren trabajar por su patria.

Pero, ¿qué ejemplo damos los que ahora tenemos la responsabilidad -desde donde nos toque- de sacar el país adelante?

En algún momento alguien dijo, “Perú, país tierra de arqueros”. Hoy se podría decir, “Perú, país tierra de constitucionalistas” y es que y sin el ánimo de ofender a nuestros ilustres abogados especialistas, hemos caído todos en el juego de las redes en el cual todos participan, no hay requisitos para opinar y pareciera que se alcanzan puntos extras mientras más radical, ofensivo y extremo es el comentario. Tenemos que romper con ello.

El país necesita de estos jóvenes que quieren ver crecer al Perú, que confían en lo que nuestro maravilloso país les entrega como opción y se sienten en la capacidad de dirigir la nación hacia nuevos destinos.

Nuestra patria requiere del concurso de estos chicos emprendedores, preparados y capacitados, que en lugar de estar preguntando si el país tiene esperanza, deberían estar preguntándonos en base a nuestra experiencia, de qué manera trabajando por el Perú serían más productivos para la nación.

Es momento de dar un alto a la confrontación entre quienes se sienten con más derecho que otros y pensar que si juntos nos enfocásemos en el país, seríamos un país del primer mundo... pensar que otros sin tantos recursos lo son... pero, esos otros quizá tienen el valor agregado más importante que es el compromiso de su gente.

Hay un nuevo proceso electoral complementario en camino. Elijamos con responsabilidad, pensemos en nuestro país, cuidemos a las nuevas generaciones.

Trabajemos por el Perú.

Ciudadano, emprendedor y docente.