OPINIÓN | Jaime O. Salomón: Religión y política, en sociedad
Por Jaime O. Salomón / Phd analista político.
El cardenal Cipriani dejó el cargo, después de 20 años de funciones, al llegar a los 75 años, como manda la regla de la Iglesia. Pero seguirá siendo parte del consejo de Obispos del papa Francisco.
Para muchos, él desempeñó una labor antagónica; una cara al pueblo y otra a ciertos intereses.
En el desempeño de su labor coincidió en fechas con el presidente Alberto, y con su familia, dando evidente apoyo hasta su jubilación.
Ello demuestra que religión y política están entrelazados, aunque como aceite y agua no debieran combinarse.
Coincidencia que también algunos miembros de la cúpula del partido naranja hayan dejado el cargo o la camiseta, y otros regresan a carcelería; sea por investigaciones, por tropiezos, o por falta de visión política.
Coincidencia que, en el mismo periodo de tiempo, se vienen reduciendo el número de miembros del partido naranja, mientras en la Iglesia tiene menos clero, menos fieles, crisis de autoridad, baja institucionalidad y escándalos.
En ambos casos pierden adeptos, a causa de los acontecimientos recientes que hacen que muchos busquen otras iglesias o partidos.
Ambas debieran tener ideología, pero en realidad no existe en política y en religión, se tienen formatos a la carta.Pareciera el mercado de los milagros.
En la Iglesia, el papa Francisco está poniendo orden, dirigiendo y gestionando la Iglesia, como se debe. En el Perú se tienen cultos que tratarán de buscar un camino para el 2021.
Cardenal Barreto lo dijo: No hay intocables en el Perú. No se debe hacer distinción de personas; hay que ser justos y misericordiosos... con todos.
No se trata de justicia divina, sino de simples coincidencias.
No se trata de lealtades; sino de equidad, de hacer bien las cosas, de ser responsables y éticos.
La relación entre religión y política es histórica en nuestro país, como herencia de los conquistadores, donde el Estado se ha confesionado, aunque se dice que Iglesia y política no se mezclan.