OPINIÓN | Jaime O. Salomón: "Introgresión, tal aguacate"
Mientras aguacate, que en idioma Náhuatl es Ahuacatl, simboliza los testículos del árbol, introgresión en biología es el movimiento de genes de unos a otros por consecuencia de un proceso de hibridación.
Así, la introgresión que se viene dando por personajes del Estado sobre otros está afectando a los peruanos; propiciada por miembros con intereses ocultos y con organizado obstruccionismo fáctico interno.
Así encontramos desde hermanitos, familias enteras y “miembros” de clubes, pasando por personajes titiriteros tratando de conquistar territorios, hasta los que intentan mantenerse vigentes (como sea) en política y entidades del Estado, reinventándose para poder seguir haciendo sus negociados, sea quien sea la cabeza de turno.
Ese mundo paralelo, que controla intere$es, fabrica campañas, psicosociales y ataques para proteger a sus grupos de interés buscando mantener el estatus-quo y los actuales niveles de corrupción.
Mientras, el Estado no hace nada para que personas que sin preparación básica y nulo amor por el Perú sean expulsadas de puestos clave. Y esos solo trabajan días (y noches) para mantener los intereses subterráneos de sus jefes paralelos; aquellos que cuelgan por introgresión tal aguacates para seguir manejando los hilos conductores del poder. Qué bonita es la vida para esos.
Esta semana la salida intempestiva de un procurador y uno de los ministros (relacionado al club de la construcción) desnudó una serie de actos que transitan esa línea -peligrosa- que varios servidores públicos enfrentan entre lo correcto e incorrecto, lo oportuno e inoportuno, lo apropiado e inapropiado.
Mientras que unos servidores públicos callan y agachan la cabeza cual sublimes mascotas para mantener el cargo que lleva pan a la familia; otros que si buscamos el desarrollo del Perú hemos preferido apartarnos dado que nuestro único interés ha sido siempre el de trabajar por nuestra nación.
Los cimientos del Estado ya están resquebrajados y vienen mostrando a la luz pública los "intringulis" que existen.
En el Perú hay club's para escoger; el de la construcción que se develó ante los ojos de los ciudadanos gracias a denuncias en otros países no es el único. Esperemos que rápidamente se develen otros, cual por ejemplo el de la energía, el de la salud, el de la educación; que hoy iluminan con penumbra y que manejados por pocos direccionan los acuerdos, decisiones, contratos, adendas y cambios bajo la mesa -y a todo nivel- para dirigir los beneficios de esos cuantos.
Hemos demostrado con hechos que la energía bien gestionada y dirigida permite la superación personal, asi como iluminar el camino del progreso, el desarrollo y la seguridad de la sociedad.
Que la gran energía de los peruanos permita a los líderes de turno dejar la indiferencia y con aguacates tener la fortaleza de afrontar las cosas y tomar decisiones para recuperar nuestro Perú.
La solución sería fumigar las entidades del Estado, cortando aguacates de todos los servidores que por introgresión vienen dañando al país.
Tan solo con los buenos peruanos -y los hay- podríamos trabajar con politicas de Estado, planes estratégicos y sectoriales que permitan mejorar la inversión, la dirección y gestión de las entidades, con servicios públicos que generen bienestar a toda la sociedad.
Algún día, con Fé, podremos trabajar por el país y por todos los peruanos.
Trabajemos por el Perú.