OPINIÓN | Jaime O. Salomón : Iluminados en penumbra

Dicen que somos un país muy creativo, y eso solo persistirá si se trabaja por una distribución igualitaria del conocimiento y no solo reproduciendo desigualdad.

Se requieren personas capaces de hacer frente a los cambios del mundo, con liderazgo, coraje, ambición, conocimiento y talento para marcar el camino a seguir. Así seremos mejores personas, tendremos mejores empresas, gobiernos regionales, entidades del Estado; es decir, seremos un mejor país, un mejor Perú. Para tener un mejor futuro empiecen a diseñar políticas de Estado en educación, salud, agricultura y servicios básicos (agua y energía).

Política de Estado es un plan de muchos años para un sector, que permitirá que se desarrolle y aporte a la economía nacional, buscando promover lo que agrega valor al Perú y a sus habitantes. El logro de los objetivos nacionales nos llevará a ser competitivos.

Debiera ser elaboradas de manera colegiada en coordinación con la población, alcaldes distritales, provinciales, gobernadores, prefectos, congreso, el ejecutivo, fuerzas armadas y policiales. Solo así la política de Estado representará lo que la sociedad requiere.

Una vez que se logra consenso, se genera la política a seguir por los próximos 30 años y todas las autoridades (actuales y futuras) siguen la estrategia.

Pero en política existen muchos que debieran estudiar geografía para ubicarse; muchos que simplemente llegan al poder y aplican lo que creen que es mejor sin saber qué requiere un sector. No es necesario descubrir la pólvora; solo se requiere desempolvar los variados proyectos que existen y que son encarpetados cada vez que se da un cambio de autoridad. Ello mella la continuidad de políticas, programas y proyectos

Un ejemplo es el tema agrícola. Hace unos días el Consejo de Ministros aprobó el cambio de nombre a "Ministerio de Desarrollo Agrario", así como la Ley de organización y funciones del sector.

Cambiarle de nombre y reestructurar una institución no será la solución.

Si se trabajara estratégicamente se sabría que primero se debe organizar la casa, teniendo planes estratégicos y operativos definidos, ser eficientes en cada actividad, enrumbar el agro, ganadería y forestal hacia lo que genera valor a cada uno de sus miembros, hacia la competitividad, sostenibilidad y bienestar de las familias rurales. Después pueden reasignar funciones y cambiarle de nombre.

En lugar de gastar dinero en esa reforma, debieran trabajar por ejecutar el presupuesto asignado (a mitad del año han ejecutado solo el 21.5 %), alineando los cultivos priorizados, las cadenas ganaderas y forestales a lo que cada una de las regiones del país requiere.

Será necesario que se iluminen si lo que quieren es dar luz al camino que permita el desarrollo del sector. Caso contrario la penumbra continuará.

Trabajemos por el Perú.