31/03/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Pareciera que algunos humanos con poder se la pasan jugando con la vida y el futuro de los peruanos, traspasando el filo de lo establecido, de lo normado, de las Leyes, de la moral y la ética.
Cuantos reinos no saben de nosotros, decía Blaise Pascal (filósofo y genio matemático francés, creador de la primera calculadora; admirado por Fermat - con quien descubre el cálculo de probabilidades). Cuantos Reyes ni nos conocen.
Cuántos burócratas dejan mal parado al Perú. Cuántos políticos se lo permiten. Cuántos políticos viven de sus burócratas.
Los humanos debieran estar por encima de la cadena alimentaria, pero algunos humanos aún se alimentan de... los humanos. Pareciera ser algo normado en nuestro país.
Tantas preguntas por responder, y muchas respuestas conocidas.
El hecho es que la existencia de esos seres es conocida, y entre ellos se reciclan, se reinventan y se recolocan en el Estado.
Pareciera, parafraseando a Pascal, que los pensamientos de unos generan en otros -subyugados- ideas dirigidas al bienestar de ese grupo, y como los sentidos diversos se alinean a lo que el jefe busca.
Hablan sin desparpajo de incapacidad, ineptitud y otros calificativos en otros, cuando debieran todos mirarse primero al espejo y analizar lo que están haciendo por nuestro país. Hasta qué punto las cabras seguirán poniendo huevos.
Ese actuar está enquistado desde hace muchos años. Deberíamos analizar la corrupción que viene de dentro. Al verse descubiertos los que cual parásitos “viven” del aparato estatal, suelen atacar a las personas que trabajan honestamente, porque les malogran el negocio; y lo hacen hasta que los fuerzan a dejar el Estado o, hasta que los convencen y meten en sus círculos corruptos.
Pareciera que los efectos oscuros y carentes se han sobrepuesto al Estado.
Si una persona no está preparada para manejar el poder, lo más probable es que éste la emborrache y que su desempeño termine por dejar a la organización hecha un desastre.
Es momento de realmente trabajar, en equipo, para circuncidar la corrupción latente, y poner a trabajar a gente capaz. Poner a trabajar a peruanos que realmente amen al Perú.
Algunos pensamos que aún existe esperanza; que sí se puede trabajar para los peruanos y por el Perú.
Con el trabajo conjunto, siguiendo un ideal común, lograremos nuestro futuro... nuestro destino: un mejor Perú para "todos" los peruanos.
Trabajemos por el Perú.