OPINIÓN | Jaime O. Salomón: Calores que sofocan
El fenómeno El Niño llegó como habíamos previsto columna atrás. Dicen que no tenemos cultura de prevención. Que los líos del día a día nos tienen entretenidos y alejados de los temas que deberían ser prioridad en el país.
En el Parlamento, el presidente de la mesa directiva solicita que la Contraloría realice una auditoría a la labor de las 3 últimas gestiones, incluyendo la suya. En el camino, decide no renovar contrato con aquellos “colaboradores” que tendrían militancia comprobada.
En medio de ello, hay discusión por saber si todas las bancadas pueden estar en el nuevo escenario de la repartición, no repartija, del poder.
Hay algunos elegidos y mal llamados padres de la patria que deberían estar fuera de toda competencia, sea porque les gusta la gasolina... dale más gasolina... o porque tienen una mano zas... pero, se buscan todos los mecanismos posibles para mantenerlos aferrados al poder... ¿Será que algo saben?, ¿será que son necesarios aún?
No podemos seguir jugando a la incertidumbre, mientras poblados enteros son arrasados por la furia de la naturaleza.
El país necesita avanzar, no solo es tarea del Ejecutivo, el presidente necesita del concurso de todos los peruanos y todos deberíamos trabajar por una sola agenda.
La imagen de una comisaría arrasada en Aplao por los huaicos producidos al sur del país, en Arequipa -con un efectivo que hace lo necesario para lograr sobrevivir-, nos recuerda cómo la fuerza de la inoperancia deja solo al suB oficial Elvis Miranda, aquel efectivo PNP que solo trataba de cumplir con su labor. Mientras él se ahoga ante la injusticia en el expenal Río Seco, otros peruanos se ahogan en ríos cargados de lodo, rocas y más elementos que los superan sin contemplación alguna.
Sea la naturaleza o sea nuestra naturaleza, no estamos haciendo lo necesario para evitar estas situaciones, a todas luces, dañinas para el país.
Es momento de unirnos -una vez más- como peruanos y trabajar en conjunto por el país.
Si trabajamos con honestidad, con mística, con responsabilidad y cero tolerancia a la corrupción, lo lograremos.
El país necesita del concurso de aquellos compatriotas que estén en capacidad de dejar los intereses personales por el interés del país, por el bien común.
Trabajemos por el Perú.