Opinión I Victor López García: Los grandes desafíos del coronavirus
El coronavirus es una realidad que hay que enfrentar más allá de todo debate. No importa tanto dónde y cómo nació y la responsabilidad que le corresponde a la China con su aparición, en tanto, la hipótesis que fue el resultado de sus ancestrales costumbres alimenticias de comer todo lo que se mueva. O, la respuesta, que es el producto de la manipulación genética de los Estados Unidos con fines hegemónicos.
O la más descabellada, que es el producto del neoliberalismo. Lo cierto es que está aquí y atenta contra la humanidad en su conjunto. No solo a algunos países. A todos. No se salva nadie. Desarrollados y en desarrollo. Es la nueva amenaza ( solo unos pocos la predijeron) contra el mundo que no proviene del calentamiento global, ni de la carrera armamentista.
Aún cuando su existencia pone en evidencia lo terrible que serían las guerras biológicas. Se ha abierto un nuevo frente a escala global: todos contra esta pandemia que ya está en el medio ambiente y amenaza la salud y la vida de todo el género humano. Frente a ella, los gobiernos vienen aplicando dos grandes estrategias.
Una, del "aislacionismo social obligatorio" que es la que más vienen aplicando los países, como el nuestro ( y que fue un factor fundamental para que China logre controlar y minimizar su expansión). Otra, la de "seguir integrados libremente tomando precauciones" que menos están ejecutando las naciones.
En ambas opciones se requiere una enorme dosis de responsabilidad social de la población que tiene mucho que ver con una diversidad de factores económicos, sociales y políticos, como históricos, educativos y culturales, principalmente.
Lo cierto es que es una guerra del mundo integro, integral e integrado contra la pandemia. De todos contra el coronavirus. No se trata de un país o de un gobierno en particular. Y dentro de cada nación tampoco de un presidente o de un partido en especial. Es un combate de todos por la salud y la vida de todos. El orbe está en crisis integral y generalizado en todo orden de cosas.
Se trata de tomar medidas globales y nacionales para lograr que sus efectos sean lo menos dañinos. Para comenzar, los Organismos Internacionales tienen que asumir un rol fundamental de análisis y propuestas a escala planetaria. Los países desarrollados ya lo están haciendo, tomando medidas parecidas.