Opinión I Lewis Mejía: Evitar los accidentes es bueno para todos
Desde su aparición en el mundo, el hecho de conducir cualquier tipo de automóvil, desde una pequeña moto pasando por un sedán, una camioneta o un pesado camión, es cosa muy seria.
Hoy sabemos que incluso un aparentemente inocente scooter o una bicicleta pueden protagonizar choques y atropellos, con el resultado de personas lesionadas.
También es cierto que nadie está libre de ocasionar -o de ser víctima- de un accidente de tránsito, un tipo de situación que tiende a incrementarse año tras año en nuestro país.
De hecho, el Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP) atendió durante el año pasado un total de 16,200 emergencias relacionadas a los accidentes vehiculares, y en lo que va de este 2019 ya son 11,706 los casos presentados a nivel nacional.
Las autoridades de investigación de accidentes revelan que son dos los principales motivos que generan este tipo de desgracias: el exceso de velocidad y el descuido al manejar.
En ambos casos, el chofer tiene mucha responsabilidad en lo que pueda pasar en las calles y avenidas, pues es el que -se supone- tiene el control de una máquina que a pesar de los desarrollos tecnológicos todavía no puede pensar por sí misma.
Conductores que aceleran todo el tiempo, que no respetan los límites de velocidad, que quieren llegar puntuales aunque salieron demasiado tarde rumbo a sus reuniones de trabajo o estudios, son causantes de accidentes.
También están los que manejan un auto bajo los efectos del alcohol o las drogas, que son tan peligrosos como los que hablan por el teléfono móvil o envían mensajes de texto con el pie en el acelerador.
Si tú eres uno de ellos, estimado lector, para tu coche.
Maneja a la defensiva -siempre atento a lo que pasa a tu alrededor-, no superes los límites de velocidad -conduce despacio, sobre todo al llegar a las esquinas-, evita contestar o hacer llamadas por el celular -tampoco envíes o leas mensajes de texto mientras estás al volante- y si estás cansado, detente y descansa.
Recuerda que una acelerada de más puede truncar el futuro de una persona. Una curva tomada a toda velocidad puede mandarte directo al hospital. O a la cárcel, si el resultado de tu irresponsabilidad genera pérdida de vidas. Evitar los accidentes es bueno para todos.