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Opinión I Dennis Falvy: Flexibilización ¡Sine Die!

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01-11-2019

El banquero italiano Mario Draghi se doctoró en el Massachusetts Institute of Technology En 1976. Su hoja de vida es impresionante. Como todos los personajes importantes, tiene gente que lo eleva y los que lo detractan.

Fue presidente del BCE desde finales de 2011. Sucedió a Jean-Claude Trichet al frente de la institución, quien se había despedido de la entidad subiendo los tipos de interés pocos meses antes de que la eurozona estuviera a punto de saltar por los aires.

En julio de 2012, señaló que haría “whatever it takes” para salvar al euro y se ha despedido con una flexibilización cuantitativa 'sine die' (se alarga indefinidamente).

Draghi, por consiguiente, quiso hacer lo que Trichet, presionado por el Bundesbank, se negó a hacer: reflotar la eurozona con laxitud monetaria.

Se le critica que la flexibilización cuantitativa que se extendió entre marzo de 2015 y diciembre de 2018, forzó la compra de casi dos billones de euros en deuda pública y corporativa (lo que elevó los pasivos monetarios del BCE desde los 1.3 billones de euros a los 3.1 billones), y ello no hizo despegar a la eurozona.

Draghi forzó el restablecimiento 'sine die' monetario al término de su mandato, que se señala ha fracturado internamente la institución y que le ha valido las muy fundadas y razonables críticas de algunos de sus más insignes exmiembros.

El propio Draghi advirtió en numerosísimas ocasiones, de que la laxitud crediticia del BCE no era la panacea para los problemas de fondo de los aparatos productivos. Que hacía falta profundizar en las reformas y no se tomaron las medidas.

Draghi, entre 1985 y 1990 fue director ejecutivo del Banco Mundial, y entre enero de 2002 y enero de 2006 fue vicepresidente, por Europa, con cargo operativo, del banco de inversión Goldman Sachs.

Llamó la atención a países de la Zona Euro, que necesitaban llevar a cabo reformas estructurales para mejorar su fiscalidad, así como a banqueros para sanear sus cuentas, ser más rentables por sí mismos y no acostumbrarse a depender siempre de las ayudas del BCE.

Draghi deja la presidencia del BCE en manos de Christine Lagarde, exdirectora del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Draghi se va en un duro momento para la Zona Euro, con un contexto de gran incertidumbre, tanto a nivel político como económico, y en el que los riesgos geopolíticos no paran de crecer y preocupan.

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