09/12/2018 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Es importante recordar a los muertos, porque nos enseñan cosas que los vivos a veces no vemos. Más aún cuando esos muertos fueron profundos conocedores de un tema o un país, o cuando ejercieron su talento para crear nuevos mundos usando el arte y la imaginación.
Ese es el objetivo de Memoria del Perú. Actas del VIII Congreso Internacional de Peruanistas en el Extranjero, libro editado por José Antonio Mazzotti y Luis Abanto Rojas, y publicado en Lima por la Universidad Nacional Agraria La Molina, la Universidad de Ottawa, la Asociación Internacional de Peruanistas y la Revista de Crítica Literaria Latinoamericana.
En él se reúnen veintiún artículos que concurrieron en Ottawa, la capital canadiense, en marzo atener del 2017, y que nos muestran algunos aspectos de la riquísima cultura de nuestro país y su vigorosa tradición intelectual. Autores como Juan Carlos Godenzzi, Lady Rojas Benavente, Sebastián Ferrero, Róger Santiváñez, José Carlos Cabrero, Emma Aguilar Ponce, Isabel Tauzin-Castellanos, Alberto Valdivia Baselli, Milagros Esquivel, José Carlos Guerrero, Tania Favela, Ioana Dimitriu, José Carlos Vilcapoma o Annik Bilodeau publican en este volumen, el cual presenta en su carátula retratos de los novelistas Oswaldo Reynoso y Miguel Gutiérrez, y del poeta Eduardo Chirinos y la historiadora María Rostworowski realizados por la artista Borka Sattler. Esos óleos forman parte de la exposición de diez cuadros titulada “Los que nos acaban de dejar”, compuesta especialmente para el Congreso. En efecto, en Ottawa prevaleció el recuerdo de muchos intelectuales y artistas que nos dejaron el 2016, año aciago para la cultura peruana.
Quiero destacar de los textos incluidos en este volumen el de Paolo de Lima. Se titula “Los ilegítimos y el beginning de la narrativa de la violencia política en el Perú”, el cual se centra en dos cuentos de Hildebrando Pérez Huaranca incluidos en su libro Los ilegítimos (1980): “Mientras dormía se contaban” y “Día de mucho trajín”. Señala Paolo de Lima que su interés al abordar dichos cuentos “nace de la constatación... de que ambos textos son los primeros en dar cuenta de la guerra interna peruana de las dos últimas décadas del siglo XX, pues hacen referencia al suceso histórico del movimiento por la gratuidad de la enseñanza llevado a cabo en las ciudades ayacuchanas de Ayacucho y Huanta en el mes de junio de 1969” (p. 191). Esos son justamente los eventos que dan origen a Sendero Luminoso y por lo tanto deben ser tomados en cuenta en un estudio comprehensivo del fenómeno de la violencia política reciente y su relación con nuestra narrativa.
Paolo de Lima demuestra su hipótesis con ideas tomadas de numerosos críticos que ya se han aproximado al tema de la violencia política, aunque ninguno se aventura a hacer el seguimiento histórico que sí se practica en este volumen. Por eso, el aporte de Paolo de Lima es destacable, pues cambia completamente el panorama de lo que se ha venido publicando hasta ahora sobre el tema.
Como se ve, recordar a los muertos tiene sus ventajas: nos aleja de la ignorancia, nos acerca a nosotros mismos. Este libro vale un Perú.